Solo unos pasos se escuchaban en la sala, una única respiración. Todo el mundo se había marchado para darle intimidad, para dejar que se despidiera correctamente.
Su cabello rubio se movía levemente con cada paso que daba, se paró frente al ataúd de madera negra, acariciando su borde.
Sonrió levemente, acariciando una de esas mejillas que le habían encantado desde la primera vez que lo vió.
-Jimin, yo... -pasó su pulgar por los fríos labios del pelinegro-. Lo siento mucho.
Recordó el día que lo conoció, gracias a Taehyung, por un simple golpe.
Recordó cuando quedaron por primera vez, a solas.
Recordó cuando Jimin lo enseñó a patinar, y cuando cayó al suelo.
Recordó cuando, esa misma tarde, Jimin le dió un beso para "curar sus labios, golpeados durante la caída".
Recordó, también, cómo le había pedido salir, y cómo tuvieron que ocultarlo durante varios meses.
Siendo realistas, también recordó todas y cada una de las noches apasionadas que tuvieron en el apartamento que se compraron meses después, juntos, apostando a ciegas por su amor.
Caminó alrededor del cuerpo inerte, pasando su índice por el borde de la madera. Cuando estuvo otra vez cerca de su rostro, acarició su cabello con la llema de sus dedos.
-Yoongi... Esto no está bien -rió el pelinegro, cogiéndolo de la mano-.
-Vamos ChimChim, no seas aguafiestas -sonrió el otro, tirando de él hacia la valla-.
-Quedémonos aquí -se paró en seco-. Hazlo por mí.
-Haría lo que fuera por ti -suspiró rendido y se sentaron en el césped, contemplando el cielo estrellado.
Una lágrima descendió por su mejilla, la dejó caer, sin más.
-Jimin, yo no quise hacerte esto -su labio inferior comenzó a temblar.
Se inclinó levemente y rozó sus labios con los contrarios, pero ya no era lo mismo, estaban fríos.
-Yo...Yoongi, déjame -retrocedió, nervioso.
-¿No me quieres, Jiminnie? -sonrió burlón.
-Claro que te quiero, mucho -aseguró, viendo los ojos contrarios, un poco rojos.
-Entonces ven aquí y entrégate a tu novio -dejó la bebida en la mesa y se sentó en el sofá.
Varias lágrimas comenzaron a caer sin control, tirando de un leve sollozo, el cual se calmó al notar un leve pitido.
-No me olvidaré de ti, ChimChim, nunca.
Acarició su nariz con la suya, creando un breve beso de esquimal, volvió a su postura normal y arregló el traje blanco de Jimin levemente.
-No te remplazaré por nadie, te lo prometo.
Caminó hacia la salida, dejando que las lágrimas descendieran por sus mejillas. Movió sus dedos dentro de los bolsillos de su traje negro, nervioso.
-Aunque... No me arrepiento de nada -sonrió de lado, con las lagrimas recorriendo su rostro.
Acercó sus manos al hombre de uniforme y este le colocó las esposas, su compañero lo empujó hacia el coche y se sentó, agachando la cabeza.
-Te quiero, Park Jimin.
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Dear Jimin [BTS;yaoi]
FanfictionTe amo, te amo como a nadie más lo he hecho en toda mi puta vida.