Teach me everything.

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Siempre pienso en sexo cuando alguien me gusta, inmediatamente pienso en algo con él y sé que no es bueno, al menos no conmigo, porque mi vagina está completamente ligada a mi corazón.
Y siempre termino dañada.
Así que me reprendí inmediatamente.

-Dios...- agachó la mirada y se sentó a mi lado.
Guardé silencio, no conocía a este chico.
-¿Sabes surfear?-preguntó.
-No, desearía.- acomodé mi cabello discretamente, quería verme bonita.
Uno de mis mechones cayó en uno de sus hombros, él lo tomó entre sus dedos.
-Qué bonito.-
-¿El color?- pregunté mirándolo.
Tenia los labios de color rosa.
-Tú eres bonita.-
Apreté mis labios sin nada que decir tratando de olvidar la forma de los suyos.

Varias voces estaban gritando en nuestra dirección.
Era un montón de gente.
-¡Hey! Te hemos estado buscando.- chicos que parecían de entre 18 y 19 llegaron corriendo.
Y de la nada se abalanzaron sobre él, abrazándolo tiernamente.
Después de mucho bullicio y golpes, me miraron a mí.
Y bajaron la voz.
-¿Como te llamas?- uno de ellos preguntó.
-No te conoce, no te va a decir.- el que me había parecido guapísimo acarició mi cabello levemente y se levantó.- No es de ese tipo de chica.- me guiño un ojo.

Me pareció pretencioso.
Solo sonreí.

Y se fueron.
Escuche que hablaron de mí pero no me interesó.
Sólo era guapo.
No me importó en lo absoluto y seguí dibujando.

Llegó corriendo.
-¿Cuanto tardas en llegar?
-¿A donde, de qué hablas?- me puse nerviosa pero traté de disimularlo.
-Iremos a la playa, acompáñanos.- estiró su mano hacia mi. 

Tenía unas manos hermosas, le toqué una de ellas en un acto de inercia, no me quería levantar, quería tocarlas.
Y mi corazón se aceleró y por su expresión, también su pulso se elevó.

-Wow.- susurró emocionado.
-Tengo que ir a ponerme traje de baño.- no solté su mano.
-No te vayas.- suplicó.- O bueno, ve, pero promete regresar.- sonrió de lado y casi me derretía.
-Est...- no me dejó terminar.
-¿En qué habitación estas?- preguntó ansioso.- Prometo no acosarte.-
Me reí.
-Puedes acosarme, no me enojo.- intenté bromear pero eso siempre me sale mal y me avergoncé.

Le dije el número de mi cuarto y me hizo jurar verlo en la playa en quince minutos.
Sentía algo dentro de mi corazón que no había sentido antes, algo atemorizante y excitante al mismo tiempo.
Pero también estaba tranquila.
Me puse el traje de baño y me arrepentí de no haber llevado bikini, no me sentía completamente segura de mi cuerpo para usar un bikini, pero con él me sentía completamente hermosa.

Llegué a la playa.
Y él estaba ahí, sobre la tabla, montando una ola medianamente grande.
Se veía precioso, su cabello salpicaba agua, su expresión era radiante, estaba lleno de determinación.
Quería lucir así.
En cuanto me vio y terminó su ola, se puso boca abajo sobre la tabla y comenzó a bracear hasta la orilla, corrió con rapidez en mi dirección y cayó sobre mí.
Caímos en la arena y me besó la mejilla, él era impredecible, no tenía filtros, parecía ser pura honestidad.
-Vamos, quiero enseñarte.- me guío hasta su tabla.

"Enséñame todo lo que quieras."

Un idiota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora