Creo que esto es una despedida.
Empiezo así,
directa
sin miedos
valiente.
Es una despedida.
Mi corazón ya no late
por ti, claro.
Ya no me molesta verte con ella.
Ya no me molesta tu sonrisa.
Así de valiente como he empezado
sigo
no son mentiras,
y ojalá lo fueran
porque me has dejado vacío el corazón.
Y
así de valiente estoy siendo,
que todavía
(todavía)
no estoy llorándote.
Porque me duele más a mi
que a ti.
Aunque así debe ser,
yo hecha mierda
(para variar)
y tu sin saber que te escribo.
Bueno
volviendo a robar un poco
de ese coraje con el que empecé;
Adiós,
te quise,
a lo mejor todavía te quiero un poco,
pero adiós,
adiós verdadero y no como todos los otros,
adiós porque me matas,
adiós porque necesito volver a latir por mi
y no por ti.
Adiós,
y gracias.