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Para cuando llevaban ya varias horas de viaje, los cuatro muchachos ya estaban enfrascados en una charla sobre el quidditch, deporte que descubrieron tenían en común entre sus gustos –aunque, a decir verdad, a casi todos los chicos del mundo mágico les gustaba el aquel deporte–.

—¡Y en el último mundial, Rusia realmente me sorprendió! —exclamó Tatsuya alegre, aunque sin perder aquel tono elegante tan suyo.

—Se desempeñó bastante bien la selección, he de admitirlo —asintió Seijūro, notablemente más animado que de costumbre.

«Está haciendo amigos» pensó Tetsuya, sintiendo una mezcla de emociones en su interior.

Se sentía aliviado, pues sabía que al menos él no estaría solo cuando les tocase elegir las casas –estaba seguro que no estarán juntos–, pero no podía evitar sentir algo de celos por los otros dos. Desde siempre había sido el único con el que Seijūro mostrase su faceta “alegre”, y le molestaba un poco que otros lograran aquello que antes era un privilegio que solamente el peliceleste poseía.

—¿Y qué opinas tú, Tetsuya? —la voz del pelinegro lo sacó de sus pensamientos.

—Disculpa, ¿qué? No estaba escuchando, lo siento —no se molestó en esbozar una sonrisa amable, pero aún así miró con atención al muchacho.

—Te estaba preguntando tu elección de casa —señaló a Atsushi, a Seijūro y finalmente a sí mismo—. Nosotros queremos ir a Slytherin.

Tetsuya asintió comprensivo, pero se encogió de hombros de manera desinteresada.

—Me da igual —dijo—. Cualquiera está bien para mi.

Atsushi lo miró boquiabierto, como si sus palabras no fuesen más que blasfemias.

—Pero... Debes preferir una, ¿no? —insistió Tatsuya.

—Él es así —intervino Seijūro—, no lo molestes.

Tetsuya sintió la repentina necesidad de gritar de júbilo, pero se contuvo ya que eso no era «su estilo». Se limitó a lanzarle una mirada agradecida a su amigo, quien le respondió con un guiño.

•••

—¡LOS DE PRIMER AÑO, POR AQUÍ! —llamaba a gritos un hombre muy alto y robusto, con un aspecto que daba la impresión de no haber tomado una ducha en su vida.

Tetsuya le preguntó al pelirrojo si conocía a aquel hombre, pero solo recibió una respuesta negativa. No se sorprendió, sabía que Seijūro sólo trataba con personas de la alta sociedad.

—Ese es Hagrid —dijo una voz detrás de ambos, sobresaltando a ambos chicos—, es el guardabosques. Es un gran tipo, y no hablo de su altura.

Quien les habló fue un muchacho casi de su altura; cabello negro, piel pálida y una enorme sonrisa impresa en el rostro. Junto a él caminaba un chico un poco más alto de cabello verde, el cuál sujetaba un extraño muñeco muggle en su mano izquierda.

—Soy Takao Kazunari —siguió el chico, ignorando las miradas de confusión—. Este tipazo es Shintarō Midorima, mi nov...

—Ya te he dicho que no hables con desconocidos, Takao —interrumpió Shintarō, pasando junto a Seijūro sin dirigirle siquiera una mirada—. Vamos ya, si seguimos aquí vas a pescar un resfriado.

—¡Oww~! ¿Te preocupas por mi, Mami Shin? —se burló Takao—. ¡No te preocupes, si me enfermo yo se que tu me cuidarás!

Y corrió tras el peliverde sin siquiera despedirse, dejando al par con un mal sabor de boca. ¿Qué clase de persona se mete en una conversación ajena, se presenta y luego se va como si nada? Sin duda, Tetsuya no había conocido a nadie así en su vida.

Bueno, apenas y había conocido personas de su edad por primera vez en el tren, pero eso no tenía importancia.

—Vamos con el tal Hagrid —dijo antes de tomar a Seijūro de la mano, por mera costumbre.

Este asintió con una pequeña sonrisa y ambos se dirigieron hacia el semigigante con el enorme grupo de alumnos de primero.

~°~°~°~

Este capítulo es corto, pero en el próximo planeo poner la selección de las casas y... Pos se pondrá bueno ewe

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⏰ Última actualización: Sep 14, 2016 ⏰

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