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Era la mañana, mi segundo día sin escuchar la voz de la pereza.

Aun seguí acostado y a lado tenía a Kuro, lo mira para ver si haría algo. Esperaba que abriera los ojos y diría un Nyaa~, como algunas veces lo hacia.

- No puedo estar todo el día así - Dije, si estaba triste por esto, pero no podía permitir que me afectara demasiado, el no va morir al fin acabo el es inmortal

<< Pero yo no >>

Pasaría los días y los años,  y si el aun seguía dormido eso no impediría que lo años pasaran sobre mi.

Tome a Kuro y lo puse en el sillón, empecé hacer el desayuno. Por alguna razón termine haciendo dos porciones.

<< Aun no me acoplo >>

Desayune, acomode todo y me fui a dar un baño, junto con Kuro. Eso me recordó a que vergonzoso día.

Un día agotador y lo único que quería era darme un baño, Kuro se fue a la sala y empezó a jugar como siempre.

— Después te daré de cenar. Estaré tomando un baño — Dije, para después meterme

Abrí la llave de la tina, espere que se llenara la mitad para cerrarle. Me quite mi ropa y me metí, un baño relajante era lo que faltaba. Todas las cosas que ha pasado este día, me han estrenado demasiado.

Escuche que alguien abrió la puerta del baño, no le di mucha importancia, cerré los ojos. Pero a minutos sentí que algo se estaba subiendo ha mis hombros y finalmente a mi cabeza.

Abrí los ojos, sentí un peso en mi cabeza, mis mano las lleve hasta arriba. Pero antes de que sintiera, caí a la tina, me estaba ahogando.

En aquel momento me di cuenta que era Kuro, aquel perezoso que solo vino a molestarme.

Kuro se movió y pude salir del agua enjabonada.

Tome aire, y lo mire enfadado — ¡¿Qué haces aquí?! —

— Quería tomar un baño — Respondió

— Podías esperarte, no es necesario que entre mientras me baño —

— Me da pereza, quiero que me bañes tu —

Lo a vente hacia fuera, le empecé a decir un montón de cosas que ya ni recuerdo.

— Esta bien. Lo haré si te transforma en gato y cierra los ojos —

— Que molesto — Se transformó, se acercó de mi y cerró los ojos. Lo tome y empecé a lavarle su cabello o pelo

Y me arrepentí de ello, Lo volvió hacer todos los días.

En momentos como esto, apreciaba aquellos recuerdos aunque era demasiado tarde.

Lo tome y le dije mirando a sus ojos cerrados - ¿Te acuerdas de aquel día?-

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