ÉL

ÉL CHICO DE OJOS LINDOS.

Tiempo después conocí un chico por internet Diego, él era tierno, dulce, ¡si! Termine enamorada de él, pero yo no lo conocía en persona.

Sin embargo, cada día me enamoraba mas, pero un día dejo de escribirme, yo estaba triste, pero mas que triste estaba confundida, como de la noche a la mañana habían cambiado tanto las cosas, después de tantas palabras, yo no lo creía.

Días después recibí un mensaje de Daniel que decía -hola-, seguimos platicando, cada vez nos hacíamos mas amigos, mis amigas sospechaban que le gustaba pero para mi solo era un amigo.

Días después hice un viaje de danza a México D. F., a ese mismo viaje fue Javier el chico que me gustaba. En fin, ese fue el mejor día de mi vida.

Javi me gustaba, y mucho pero a él yo no le gustaba. Yo le quería decir "me gustas" no era algo que no hubiese echo antes, pero él no era igual a los otros, el era especial.

Unas semanas después le mande un emoticón a Diego y paso algo que no esperaba, contestó. Él comenzó a decirme amor y bebé y yo lo llamaba "amor", si me volví a enamorar de él, volví a caer.

El me dijo "deberíamos vernos en persona" yo estaba emocionada, me quedé atónita, sin voz; sentía mariposas en el estómago, es algo inexplicable, lo dudé pero le dije que si.

El comenzó a decirme cosas como "quiero probar tus labios" "quiero besarte", en fin cada vez me enamoraba más. Aunque sinceramente yo sabia que no pasaría nada entre nosotros, era imposible, el tenía 15 y yo 13, la diferencia de edad tenia mucho que ver.

Un día, le mandé un lindo mensaje, lo dejo por aquí, por si les interesa leerlo; Diego publico el mensaje que le envíe en facebook, yo no podía creer lo que había echo, simplemente fue algo grandioso.

Todo esa color de rosa, él era tan lindo, sus palabras, todo de el me enamoraba. Así pasaron los días, todo iba bien, yo le mande un los lindo mensaje, por aquí se los dejo; el lo público en facebook, algo sorpresivo para mi, pero tan lindo a la vez.

Los días pasaban, cada vez nos hablábamos mas y más bonito, pero un día Diego me mando un mensaje que decía "Gracias por todo, en verdad te lo agradezco, hasta luego, te quiero". Yo estaba muy desconcertada, le pedía una explicación, le decía que estaba preocupada, le mande cientos de mensajes, pero era inútil, el no contestaba. Tampoco se conectaba mucho, si se conectaba 10 minutos al día ya era mucho; comencé a aprender a vivir sin sus mensajes, pero mas que eso, comencé a aprender a vivir sin él.