la vida sigue

esta viva

- ¡esta despertando!- gritaba alguien... Su voz hacia eco en mi cabeza
Muchas voces al mismo tiempo hablaban y una persona abrió mi ojo derecho y me apunto con una pequeña luz.

-hola...¿puedes oírme? - no respondí, por mas que intentaba hablar mi voz no salía, entonces empecé a moverme de una manera extraña para que supiera que lo escucho. -tranquila, esta bien, veamos,parpadea una vez en modo de si y dos veces en modo de no- parpadee una vez- perfecto... Bien ¿Recuerdas algo de lo que pasó?- los recuerdos llegaron a mi haciendo que cerrara los ojos. Al abrirlos parpadee una vez- bien, lo bueno es que estas bien, tienes algunas heridas, pero cuidándolas bien, pronto estarás mejor, te dejo, hay alguien que quiere verte- se hizo a un lado dejando ver a mi madre, llorando pero con una sonrisa en su rostro. Una sonrisa de alivio.

-mi niña... Cariño mio- dijo acercándose a mi - estas bien, enserio que estas bien- me envolvió en sus brazos causandome un dolor punzante en la costilla derecha y en mi brazo derecho, fue ahí cuando caí en cuenta que estaba en una camilla con una aguja insertada en mi brazo y una venda con una gasa en mi costilla.

-mi niña... ¿como estas? ¿por que hiciste eso? Lo lamento, lamento ser una mala madre y dejarte sola... No sabes que tan arrepentida me siento, te amo cariño- lágrimas caían por el rostro de mi madre.

-mami- tome su rostro entre mis manos, aguantando el dolor de mi brazo por la intravenosa.- esta bien, yo estoy bien. Lamento ser una mala hija, estuvo mal lo que hice, lo lamento mami-

Sollozos y lamentaciones llenaron la habitación de hospital en la que estábamos.

Mamá salió de la recámara dejando ver a mi Ita preocupada.
Le pedí perdón por todo. Lloramos y me puse al tanto de muchas cosas.

No me quede en la preparatoria que quería,me meterían a una escuela privada, mi estado de ánimo y mis emociones estarían en constante cambio por lo que pase y si antes no me podía alterar pues ahora muchísimo menos.
Hablé por teléfono con nene-chan y pues estaba mejor aunque, lloramos y dijimos tantas cosas que a cada una nos hacia falta escuchar en tiempo. Después de colgar recordé algo importante que debía hacer.

"¡cesar! ¿Estas ahí? ... ¡cesar!"

"Ushio... E-Estamos bien"

Nunca lo había escuchado tan confundido en mi vida.

"Si, de alguna u otra forma lo estamos"

"Wow... Este... Hola"

"Hola" dije esbozando una sonrisa "ni siquiera puedo suicidarme... Soy una tonta"

"Fuiste tonta al lanzarte"

"¿y por que lo permitiste? El que me lanzará"

"Sentía que era lo mejor para que no sufrieras. Para que al fin te libraras de mi y de todo"

"Vamos, no me quiero deshacer de ti"

En ese momento entró alguien a la habitación y nos interrumpió.
Era una enfermera, llevaba una aguja en la mano con el típico líquido morado, que era mi tranquilizante.

-no... No...- el miedo empezó a recorrer cada centímetro de mi cuerpo y por reacción natural empecé a temblar- no lo haga... Por favor- sollozos ahogados y lágrimas inundaban la habitación.

-tranquila señorita, no le are daño, esto es solo si no se va a tomar sus pastillas- dijo con una sonrisa bastante fingida para mí gusto, aún así el miedo que sentía fue más fuerte y accedí.

-las tomaré pero no acerque esa cosa hacia mi... Por favor- mi voz era temblorosa.

- esta bien señorita-  tome 6 pastillas de diferentes colores y pronto me dio mucho sueño.

"Bien, al fin te dormiste"

Estaba en un lugar que era totalmente negro, no tenia principio ni fin, o al menos, no se veía. De repente una luz al fondo se vio y camine hasta acercarme a ella, a tras de la luz vi una sombra.

"Hola nena"

"¿cesar?"

"Te preguntarás el por qué me puedes medio ver... Eso es por que pronto me conocerás para despues, dar un paso enorme en tu vida"

"Pero.."

"Estas viva y es hora de cambiar y mejorar... Entiendelo, estas viva"

Estoy viva