Últimos 10 días del verano.

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Me llamo Evangelina, pero mis amigos me dicen Eve.

Tengo 17 años, soy de Cervantes, Western, Australia.

Una de las cosas que más se practican en mi ciudad es el Surf.

Se encuentran de las mejores playas para surfear, porque el clima siempre es un poco ventoso, lo que hace que se armen las olas perfectas para hacerlo.

Suelo ir todos los días con mis amigos a la playa más cerca del vecindario (Ronsard Bay) a domar unas olas. Competimos, nos reímos, acampamos y demás cosas. Pero este verano no fue como los anteriores. Este verano lo pudimos disfrutar más.

Nuestro grupo esta conformado por mí, Caitlyn y Thomas. Pero conocimos un grupo de tres chicos con los que nos empezamos a tratar y la verdad que son muy agradables.

Pero no todo fue color rosa. También estaban los de la pandilla de Hansen Bay, detestables. Nunca nos llevamos bien, pues su grupo esta conformado por dos odiosos chicos que creen ser los mejores surfistas en toda Australia. Y así parece que todas las chicas les creen su "supuesta habilidad" ya que van atrás de ellos todo el tiempo, haciendo que su ego crezca cada vez mas.

Pero lo que más detesto es la odiosa personalidad de Theo, uno de los dos chicos.

Le hizo creer a Caty, mi mejor amiga, que él había cambiado. Que se comportaría como era debido con ella, pues la última vez le falló. Ella lo encontró con otra en la fiesta del comienzo del verano, abrazados de una manera más que amistosa. Lo cual la destrozó y fui yo quien tuvo que recoger su corazón dañado. Y ahora vuelve con todo el poema para que ella caiga de nuevo en sus brazos.

Me duele ver a Caty sufrir por él, porque no es más que un egoísta que solo piensa en él y nadie más.

Y su amigo, Mike, al cual no conozco mucho pues llegó hace poco tiempo a la ciudad, también le veo cara de arrogante. Cada que estamos juntos por algún motivo se me queda mirando fijamente. Pero no con una sonrisa coqueta como esos chicos que quieren conquistar con la mirada a su presa. Sino que de la manera más fulminante que una persona pueda ver.

Más allá de eso creo que fue un buen verano. Los chicos de Jurien Bay que llegaron a Cervantes eran realmente muy agradables. Uno de ellos me confesó durante un campamento que se sentía atraído por mí, y que cree que yo tengo una linda personalidad. John.

Me invitó al acuario a alimentar delfines, al campo de golf (el cual no me interesó mucho pero accedí igual), también a almorzar varias veces a su casa. Y creo que si se esta formando una relación como dice Tom, esta vez va enserio.

Lo malo es que solo quedan diez días para que el verano termine. Y pronto tendrán que volver a su ciudad por sus estudios.

Pero no pienso dejar que eso me detenga. Voy a tratar de aprovechar al máximos esos días que nos quedan, para poder invertir mi tiempo en él. Llegar a conocernos mejor y hacer la promesa que en las vacaciones de invierno nos vamos a volver a juntar. Pues nunca antes un chico me había interesado tanto como él.

***

-Ya despierta Eve, hoy hacen unos 32° como para que te quedes todo el día flojoneando en la cama- me despertó Caty mientras que me zamarreaba en un acto para que realmente me despertara- recuerda que son los últimos diez días para pasar con tu querido John. Porque ya después se irá.

-Tenías que recordármelo- le respondí con la voz ronca de recién haber despertado- espera que me cambie, anda y prepárame mi junco de cereales con mis tostadas por haberme despertado así, sin más.

-Mhhh...- dijo de mala gana y se fue.

La verdad es que Caitlyn se había transformado en una hermana para mí. Mi mamá adoraba su visita. Le gustaba mucho que pasara mi tiempo con ella porque es muy buena chica, respetuosa y sobre todo educada.

A pesar de que vive con cuatro hombres (tres hermanos y su papá) y su mamá, Caty siempre fue muy femenina. Cada que vamos de fiesta es ella la que se encarga de los atuendos, el maquillaje, el perfume, bolsos que combinen con los zapatos, etcétera.

Yo a diferencia de ella era bastante sencilla a la hora de vestirme.

Mi traje de baño, arriba unos shorts con un simple top y mis Vans. Y aparte cargaba en mi mochila mi traje para surfear aunque solo en verano lo usaba porque el agua aquí es lo suficiente templada como para poder nadar en traje de baño.

Cuando terminé de vestirme bajé. Mi mamá ya se había ido a trabajar y solo estaba mi revoltosa amiga en la cocina, preparando como es debido mi desayuno.

-La verdad, esto es muy saludable. Por esto estas tan delgada. Gastas diez veces más las calorías que consumes cuando nadas. Quisiera ser como tú, pero tengo un problema realmente serio con los dulces y las galletas...

-Pero tu también eres delgada, y a diferencia de mí tienes unas curvas impresionantes. Theo si que debe de sentirse hormonal cada vez que te ve- comenté entre risas y ella se unió. Pero no podía evitar que el tema le afecte. Realmente él le gustaba, pero es demasiado torpe y arrogante como para que se de cuenta de ello.

-Si bueno, solo espero que no aparezcan en la playa hoy. Cuando se junta con Mike se transforma. Se pone en plan engreído y eso no me agrada nada, ¿por qué no puede ser siempre dulce como cuando estamos solos?

-Bueno si te hace sentir mejor, he tenido sueños en los que le pateo el trasero a Mike por estar siempre tan enojado-dije y volvimos a reír.

-Tú si que estas loca. Pero ya enserio termínate eso que hoy es un día genial para barrenar algunas olas- se levantó, tomo mi mochila y se sentó en su Jeep a esperarme para irnos.

Hoy sí que será un buen día.


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