-No es justo Louis- decía Alissa desde su cama, enfurruñada y con los ojos empapados, las lágrimas deslizándose a lo largo de su precioso rostro.
Louis odiaba ver sus soberbios ojos azules siendo opacados por la tristeza, siempre había sido de ese modo, era su hermana menor y aunque los dos fuesen omegas, él siempre sentía que su deber era protegerla, estar alrededor de ella y no permitir que estuviese privada de cualquier cosa que ella deseara, él era el único culpable de que Alissa fuese una niña mimada y caprichosa.
-Lo sé Ali, papá no tendría que haber muerto-dijo el omega luciendo realmente abatido. -Era un buen hombre, mucha gente lo apreciaba, se ha notado en el entierro ¿viste a todas aquellas personas?- preguntó Louis.
Ali lo miraba con un gesto pesado. - No me refería a eso Louis, es decir, me duele la muerte de papá, pero lo injusto es que ahora sea yo quien tenga que quedarme con mamá hasta que ella muera ¡Por qué no puedes ser tú!
Louis se sorprendió un poco por la frivolidad de su hermana ante la situación que estaban atravesando. Su padre acababa de morir. Les había sido arrebatado de manera súbita, era un alfa fuerte, poderoso e imponente pero dulce y amable con su familia, nunca rechazó a Louis cuando supo que era un omega, no podría importarle menos, siempre y cuando su hijo se comportara de la manera correcta y fuese un buen chico.
A él no le importaría quedarse con su madre, eso habría sido una buena manera de honrar la memoria de su padre, siguiendo siempre los lineamientos de la buena conducta, el respeto y el amor por el otro. Pero aquello no era lo que decía la ley, la ley disponía que si una Omega enviudaba y era mayor de cuarenta años, ésta no podía ser marcada por un alfa distinto, pero tampoco podría permanecer sola ya que sin su alfa, su salud se deterioraría paulatinamente, por ello, el hijo/a de menor edad se quedaría con ella, la acompañaría hasta su lecho de muerte y una vez sucediese, recuperaría su libertad, esto implicaba que si fuese un omega, no podría ser reclamado y si fuese un alfa no podía reclamar a ningún omega. Sólo hasta que recuperase su libertad.
Esa era la razón por la que Alissa lloraba desconsoladamente, ella tenía diecinueve años, para cuando su madre muriera, con seguridad sería una anciana y ningún alfa que valiera la pena, posaría si quiera sus ojos en ella.
Louis podía entenderlo, pero en cierto modo le parecía egoísta, Ali no debería concebir aquello como un sacrificio o un castigo que le fue impuesto por no haber llegado al mundo antes que él, ella debería verlo como un acto de generosidad y absoluta filantropía, la oportunidad de darle a su madre el amor y la compañía que le habían sido arrebatados tras la muerte de su amado alfa. No podía entender por qué su hermana actuaba de esa forma, cuando todo en casa siempre había girado en torno a ella, sobretodo su madre quien siempre estaba a favor de sus caprichos y deseos, siempre siendo condescendiente y favoreciéndola en todo aquello que pudiera.
Era Louis el encargado de ayudar en la cocina, de caminar a diario hasta el mercado porque Alissa sólo consumía frutas y verduras frescas. Él no resentía todo aquello, incluso lo entendía y lo aceptaba, él era un varón, un omega y no es que hubiese muchos como él. Aún lo miraban como si fuese un chico que se vistiese extraño, nadie nunca lo insultó, pero podía sentir cómo era evitado.
Los alfas lo trataban con respeto por ser hijo de quien era, su padre quien ahora sería su ángel protector y su aliado en el cielo, era uno de los alfas más importantes del pueblo, era el juez del lugar en dónde sólo había un juzgado, había sido la autoridad máxima y árbitro de las conductas humanas, un total enamorado de la ética y la moral, un convencido de que el hombre puede vivir en armonía, si en él prima el respeto y el amor por el otro. Un erudito del derecho.
Louis lo admiraba, amaba escucharle hablar, con tal seguridad y profundo acatamiento por las leyes, todos en el pueblo tenían un gran respeto y aprecio por el Juez Tomlinson, quien a juicio de la comunidad en general nunca había tomado una decisión errada o injusta, siempre respetando los parámetros legales y cumpliendo a cabalidad con el fin de las disposiciones normativas.
Parecía que aquella justicia no había sido aplicada en casa, y por esa razón Alissa siempre obtenía lo que quería incluso pasando por encima de su hermano, quien jamás renegó de aquello.
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la Douleur Exquisé. - Larry Stylinson. (Omegaverse)
RomanceLa Douleur Exquisé Proveniente del idioma francés, engloba el dolor de amar y no ser correspondido. Inspirada en la novela "Como agua para Chocolate" Louis, un omega dulce, inteligente, culto, servicial y cariñoso que ama a su hermana Ali...