Capitulo Unico

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Esta es la historia de un lejano lugar en los confines del tiempo, era un lugar en donde a la gente se le fue concedida la vida eterna...esta es la historia de un chico que nació bajo un árbol de fruto rojo, y en consecuencia fue maldecido con el destino de morir.

Cerca del bosque al lado de un inmenso lago azul se encontraba una pequeña panadería de frutos rojos, en ella vivía un joven muchacho de unos
13 años, sus facciones eran delicadas como las de una muñeca de porcelana, su cabello negro, su piel nívea y sus hermosos ojos rosas era lo que mas resaltaba de todomatsu o como en el pueblo le decían el niño maldito.

A pesar de lo que la gente decía de el, todomatsu se veía como los chicos normales del pueblo pero a diferencia de ellos, el había sido maldecido con el destino de morir, aun así y con todo aquel peso sobre sus hombros mantenía una tierna sonrisa en su rostro.

-bien, bien creo que hoy hace un buen clima para llevar a vender algunos postres-

poniéndose su mandil puso manos a la obra y preparo como unos 10 postres de manzana, limpiando todo lo que utilizo se puso una caperuza rosa y camino hacia el pueblo

- hoy sera el día en que vean cuan sabrosos son mis postres jejeje-

Una vez llego al pueblo se quedo a un lado de la torre del reloj en donde hoy se veía inusualmente  concurrido

- Buenas tardes señor ¿no le gustaria probar un postre de fruto rojo?....los he hecho yo- menciono con una tierna sonrisa, mas sin embargo, el hombre paso de el con una mirada de desprecio, así como el muchos mas hicieron lo mismo, algunos otros hablaban entre ellos

- ¿No es acaso ese el niño maldito?
-¿ como se atreve a acercarse al pueblo?
- Nos quiere dar de lo que hace para que también muramos

Todomatsu no soporto mas las palabras y miradas hirientes y alzando la voz junto con lágrimas en los ojos les dijo a todos aquellos que transitaban

- Yo no soy diferente a todos ustedes.....además, los postres están muy deliciosos-

Lastimado por la indiferencia de la gente se fue corriendo hacia su hogar con las lágrimas recorriendo su rostro sin siquiera  mirar atrás, no notando que un joven de mirada color miel lo veía con preocupación.

Cuando todomatsu llego tiro los postres que hizo a la basura y se encerró en su habitación a llorar en soledad

-¿ porque nadie me escucha?......es como si fuera invisible...es acaso porque estoy maldito- el llanto del ojirosa incremento hasta que termino dormido entre sus pesares.

"En este mundo de muertos donde solo un chico vivía"

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Siendo un nuevo día, todomatsu se levantó con nuevos ánimos para cocinar algún postre

- hmm ahora serán tartas de fruto rojo, estoy seguro que esta vez si lograre vender unos cuantos, así que no me rendiré -

Una vez mas tomo su caperuza y se sé encamino hacia el pueblo, estando ya allí justo cuando las manecillas apuntaban al cielo, todomatsu fue empujado por la espalda y la cesta que contenía sus postres cayo al suelo.

Preocupado por que los pisaran hablo a la gente para que tuviera cuidado pero una vez mas fue ignorado

- esperen....alto, los están arruinando- su voz se quebraba cada vez mas al ver cada una de sus tartas destruidas.

Empezó a recoger las bolsitas en las cuales se encontraban las tratas desechas, cuando iba a recoger la ultima la mano de una persona se adelanto y la tomo.

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⏰ Última actualización: Sep 15, 2016 ⏰

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El Efímero Vendedor De ManzanasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora