Ira (Bleach/Gore)

I

Advertencias: Gore (no descriptivo, pero de igual modo puede resultar grotesco), menciones de pedofilía y acoso. Algo de de UraharaxIchigo si escudriñan mucho.

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El tipo ha estado siguiendo a Yuzu durante semanas. Ichigo tiene las pruebas; lo ha visto en las actividades extraescolares, alrededor de la escuela, tomando fotos con ese nuevo y brillante teléfono cuando tiene la ocasión. Yuzu tiene trece años, casi. Este hombre tiene cuarenta, pon o quita un día.

Este tipo, llega a la conclusión Ichigo después de haber estado investigando, es buscado en tres países diferentes, por crímenes que revuelven su estómago. Este tipo es un puto pedófilo. Ese tipo se llama Kenichi, y estaba a punto de conocer el nombre de Ichigo.

Por un solo segundo.

El problema con Ichigo es que, persona enojadiza y con el ceño constantemente fruncido que es, no suele enfadarse realmente. Cuando se enfada, cosas malas pasan. Cosas muy malas.

Su profesora de sexto grado tuvo un accidente de coche luego de decirle a Tatsuki que nadie podría amar a una chica tan fea y masculina. Una chica, Kyoko, que esparció el rumor por la escuela de que la madre de Ichigo se había suicidado porque su padre tenía un ligue, fue encontrada atada a un poste de teléfono con varios dedos rotos y con los ojos tapados.

La mayoría de la gente no conecta estos eventos horribles con él, en gran parte porque nunca deja cabos sueltos. Ichigo es un buen mentiroso, y un actor aún mejor; nada vuelve para contraatacarle. No realmente. Y además – como pueden haber sospechosos, cuando los que alimentan su ira ni siquiera lo ven venir, ¿o ni siquiera lo escuchan? Solo Isshin lo vio una vez, e Isshin sabe muy bien que se lo merecía.

Como el resto.

Con Kenichi, sin embargo, la ira de Ichigo es más potente. Esto no es solo un error inocente. Esto es predeterminado, asqueroso, con Yuzu en el punto de mira.

No va a vivir para contárselo a nadie.

Solo unos pocos saben lo que pasa. Su padre, uno de ellos. Está todo en las pequeñas cosas: la manera en la que habla, como se ríe, el modo en el que es más cuidadoso alrededor de las personas que quiere, gentil, cauteloso y distante.

Isshin lo ve todo.

Siendo una vez el que recibió castigo de su hijo por un motivo que desea no recordar, Isshin sabe exactamente ver las señales. Las sonrisas retorcidas en una mueca, los movimientos precisos, la frialdad en sus ojos. Isshin no está seguro de quién es el objetivo, pero sabe que no va acabar bien para él o ella.

No va a meterse en eso, por supuesto. No puede hacerlo. Y nunca podrá. Solo puede estar ahí, apoyando en silencio.

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Ichigo pela al bastardo como si fuera una naranja.

No del todo, deja casi todo su torso intacto y parte de su cara. Es como esa disección que hizo una vez a una rana cuando iba a la secundaria, excepto que la rana ya estaba muerta.

Era muy probable que Kenichi muriera de infección si lo dejaba sin tratar (lo que quería que pasara), pero Ichigo tomó la precaución de arrancarle los genitales de todas formas. Ichigo lo deja caer desde donde está colgado una vez ha acabado, girándose hacia el ordenador portátil que sigilosamente había robado de la casa de Kenichi. Lo enciende, atraviesa la cómica contraseña, y empieza a mirar.

Las fotografías son... espantosas. Yuzu parece estar entre los archivos más antiguos. La carpeta incluso tenía el nombre de su hermana. Iba a ser útil para la policía, eso seguro.