one shot - 1

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Camino dentro de la gran mansión de los Briefs, escuchando de nuevo, los gritos de amargura que lanza la rara peli azul, y escuchando los lamentos del idiota de ese insecto.

Mastico un sándwich, arto estoy de ese idiota.

Mientras me dirijo a la sala, donde provienen los gritos, escucho un azote y como algo golpea la pared y vota algún objeto de porcelana, el grito que se escucha me hace para en seco.

Bulma.

Mi instinto gana, y empiezo a correr, siento como mi sangre hierve y mi odio hacia ese insecto crece, cuando llego, lo miró a él, esta con los ojos muy abiertos, luego la miró a ella, esta tirada en el suelo, con un pedazo de porcelana en el brazo - insertada -,  mi vista recorre todo el panorama, el maldito la golpeó.

Me acerco instintivamente a él, mi sed de sangre y sufrimiento vuelve, lo tomó de la camisa antes que el pueda acercarse a ella.

-No le harás más daño!  - le gritó, lo golpeó una y otra vez, siento como una sonrisa se forma en mi rostro.

Esa sonrisa que no puedo borrar, esa sonrisa que se me forma siempre al atacar a un enemigo, esa sonrisa que hasta a mi mismo me hace temblar, mi sonrisa... mi entrada al alma.

-¡Para!  - suplico el tipo.

Le dispare una ráfaga de ki, una diminuta debo aclarar. Pero al parecer, lo suficientemente poderesa para derivarlo en el suelo.

Cuando cae, mi vista se dirige instintivamente a la mujer, ella sigue tirada, viendo la escena, se levanta tambaleandose.

-Es un estúpido - me dice en susurro.

La miró, y por alguna razón mi ser pide a gritos contestarle.

-Él será muy insecto como quieras, pero es hombre, mayor y más ejercitado que tú, pudo haberte lastimado más dañinamente.

-Supongo - dice con una tímida sonrisa. -pero si lo hiciera, tú lo hubieses matado ¿cierto?

-Cierto - digo sin pensarlo, luego me arrepiento - claro, sólo porque lo odio y todo eso... no porque me importes claro, es sólo, tú no me interesas, nunca...

Su sonrisa me delata. Ella no a creído ni una sola palabra de lo que eh dicho, a decir verdad... yo tampoco me creo nada de lo que dije.

-ugh- dice - claro Príncipe.

Y da un grito ahogado,  se toca el brazo herido.

-ven - le ordenó.

Camino por el borde dejando olvidado al insecto, sé que pronto llegarán los padres de Bulma y se lo llevarán.

-¿A donde vamos?

-A curarte,  ¿a que más?

-Sabes sobre primeros auxilios?

-Un poco. -admito- cuando iba a misiones debía de curarme yo mismo las heridas, eh tomado práctica - digo en tono orgulloso.

Escucho como ella da una halada de aire en forma de admiración.

-No sabia eso de ti - me dice corriendo para acercarse a mi.

Sólo bufó.

-Claro, no me conoces en nada.

Nos sentamos en un taburete de madera fina con destellos metálicos y halo el botiquín de primeros auxilios.

-¿Por que no me enseñas todo sobre ti?

Río irónico - No seas ingenua - le digo - ¿por que yo haría algo así?

Le quitó el pedazo de porcelana con unas pinzas.

Solos, por primera vez. /concurso/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora