Capítulo 4- Jo-Der.

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POV Makoto

Estaba apunto de besarme, sus labios estaban tan cerca, cuando de pronto una voz lo interrumpe.

--¿Makoto? ¿Makoto?--Abrí los ojos y miré al dueño de esa voz.

¿Estoy en la enfermería? ¿Fue todo un sueño? ¿Por qué soñé eso? ¿Por qué soñé con Jordan? ¿En mi sueño me gustaba Jordan? Jo-der.

--Profesor, ¿Qué sucedió?--Pregunté, confundido.

--Saliste corriendo para llegar a clases a tiempo. No escuchaste a alguien que te gritó cuidado y una pelota impactó en tu cabeza, te desmayaste y te traje aquí. Las clases están por acabarse.--Explicó Gabriel.

Lo miré, estaba azul. Bueno, al menos la parte de la broma no fue un sueño.

Bueno... Si es así, la parte en la que me dejé en ridículo gritando tampoco fue un sueño, maldita vida.

--¿Sólo está usted aquí?--Pregunté.

¿Alex no vino?

--Sí, los demás están en clases, yo pedí especialmente quedarme aquí.--Dijo, sonriendo.

Lo miré, desconfiado.

--Voy a ser sincero, quiero que usted también lo sea, le preguntaré algo y quiero que me responda con la verdad.--Dije, mirándolo fijamente.

Se puso pálido, pero asintió.

--¿Es usted un espía? ¿Me esta espiando por alguna razón?--Pregunté, serio.

Se puso a reír, pero al ver que yo no reía se quedó callado.

--¿Cómo voy a ser un espía?--Preguntó, algo divertido.

--Ya me ha pasado antes.--Aseguré.

Es por eso que mamá no me dejaba dejar la ciudad solo, porque estábamos siendo investigados, habían empezado a sospechar de que nuestra comunidad era diferente a la de los humanos.

--No soy un espía. Pero supongo que es normal que te hayas topado con alguno antes, debes cuidarte, los mitad animal aun no son descubiertos por los humanos, será peligroso cuando se enteren.--Aclaró Gabriel, rascando su nuca.

Me quedé callado.

No dije que era un mitad animal, ¿Cómo sabe él eso?

--Nunca dije que fuera un mitad animal.--Dije, a la defensiva.

Gabriel se volvió a poner pálido.

--¿N...No lo dijiste? Estoy seguro que sí, se te escapó.--Dijo, nervioso.

Asentí, dudoso y me acosté en la camilla en la me encontraba.

--Dormiré un rato.--Dije, cerrando los ojos.

Gabriel asintió y luego suspiró, hay algo muy raro aquí.

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Me desperté, por un murmullo de voces, pero no abrí los ojos.

--Está aquí.--Reconocí la voz de Jordan.

--¿Qué? ¿Qué hace aquí?--Preguntó Gabriel, algo asustado.

¿Qué está pasando?

--No lo sé, solo me dijo que te llamara.--Dijo Jordan, molesto.

--De acuerdo. Jordan... Sabes que no debes seguir los pasos de tu padre, tu eres bueno.--Aconsejó Gabriel, con un tono paternal.

--Lo sé... Pero si no lo hago la que estará en peligro es mi madre, hasta la personas buenas tienen que volverse malas por las situaciones.--Dijo Jordan.

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