Salgo a la terraza para observar el amanecer. El sol esta altivo en el horizonte y el aire fresco roza mi piel. Respiro hondamente encendiendo un cigarro. Mara, mi ama de llaves me sonríe y me hace una seña para que me acerque.
-señora ya esta listo el desayuno.
-gracias marita,ahora bajo-respondo con una sonrisa.Mara me mira aun seria, haciendo un mohín de desaprobación.
-cuando dejara de fumar señora?, el humo del cigarro le hará daño.
Sonrío y apago el cigarrillo en el cenícero.
-se me olvidaba que te preocupas mucho por mi, marita.
-como no me voy a preocupar? Si desde niña la conozco, prometí a sus padres cuidarla y mas de ese mundo de locos en que se desenvuelve.
- te refieres al mundo de la actuacion?
Mara asiente una vez.
Pase por delante de Mara para bajar las escaleras.
-mi padre nunca estuvo de acuerdo que trabajara en ello.
-pero usted siguió los pasos de su mamá.
Asenti. Sentándome en una de las sillas del comedor.
-de alguna forma actuar me libera de toda esta prisión de lujos y excesos que llamo vida, marita.