Amor Y Otras Mentiras

Sipnosis

6 años antes.

Ally estaba cansada de perseguir a su amiga Diana por media ciudad, y es que ella siempre hacia eso, se escribía con algún chico y lo citaba en algún lugar para conocerlo. Gracias al cielo que ninguno resultó ser un psicópata o algo por el estilo porque a Ally le hubiese dado un infarto.

—Di, ¿no crees que el chico ya hubiese llegado?—Le preguntó a su amiga por décima vez, el chico no llegaba y ya llevaban mas de media hora en esa plaza del centro, era un desagradable lugar lleno de marginados pero tuvo que aguantar, se quería ir, estaba empezando a odiar al chico sin conocerlo.

—All, esperemos un poco más, me mando un texto diciendo que ya viene llegando—Diana definitivamente era ingenua, Ally apostaba su vida ahora mismo a que ese chico jamás vendría. O eso creía, hasta que su amiga la tomo del brazo.

—¡Oh por Dios All! Es el, viene hacia acá —exclamo su amiga entusiasmada, ella volteo a ver a la misma dirección que Diana y estaba en lo cierto, tres chicos se acercaban a ellas a pasos muy rápido, uno de ellos era muy blanco, tan blanco como el color de la nieve y su cabello era tan oscuro como la noche, bastante apuesto, pensó. Solo que demasiado pequeño.
El siguiente era un tono menos blanco que el primero, pero muchísimo más alto, bastante guapo también, pero por la expresión que traía pareciera que no estaba nada contento.

El ultimo de ellos era un chico moreno, su piel era tan oscura como el chocolate o la canela, su cabello era igualmente negro, y su cara de niño bueno que no parte un plato le sentaba bien, demasiado bien, sentenció.

Los tres chicos se detuvieron frente a ellas, al parecer ya sabían quienes eran, el moreno hablo:

—Hola Diana—Le mostró su enorme y preciosa sonrisa a su amiga, tan seguro de si mismo. En ese momento Ally sintió envidia, ella quería que el le sonriera así. Pero en ningún momento la miro.
—Calum—Saludo Diana muy feliz, tanto que lo abrazó al instante. —Que alegría por fin conocerte—le dijo.

—Siempre es un placer, mia ragazza—Ah, al parecer el moreno con ahora nombre le gustaba ser el centro de atención, y eso que ni siquiera la miro en todo el tiempo que se detuvo a hablar con Diana—Vamos a tomar algo, yo invito — La tomo del brazo y se la llevó, sus dos amigos se fueron tras el y Diana jamas se percató de había dejado a Ally atrás, Joder.. Esto tiene que ser una broma, se dijo para si misma. Su supuesta mejor amiga la había abandonado en esa plaza de marginales por un chico, que lo que tiene de guapo lo tiene de engreído, genial, simplemente genial.

Gracias Calum,no sabes cuanto amor siento por ti en este momento —El sarcasmo de sus pensamientos la tomo por sorpresa, ella jamás había sentido odio por nadie en su corta vida, era la primera vez que sentía eso, y mucho menos hacia alguien que acababa de conocer, negando con la cabeza Ally puso marcha hacia la parada de autobús no iba a quedarse ahí parada como una idiota y mucho menos a esperar a Diana y su amado moreno precioso llamado Calum.

Tan guapo y tan... ¿Que rayos estaba pensando? Que locura.

El único problema es que Ella no sabia que esa pequeña locura se convertiría en un verdadero problema, uno dulce y amargo.