Querido Crush

*75*

Narra Violet.

-Y que te dijo james? -preguntó Nat mientras echaba una caja de galletas al carrito que por cierto ya estaba un tanto lleno.

-Pues me hablo de muchas cosas.

-Como cuáles?

-Me contó que le está yendo bien en su carrera y que consiguió un nuevo trabajo que le va muy bien.

-Ahh ya, y no te dijo cuándo piensa venir?

-Me dijo que eso iba a ver ya que él quiere venir, pero sus estudios y trabajo lo impiden. Tal vez venga de rápido él mes que viene ya que le dan vacaciones en su trabajo o algo así.

-Quien lo viera, él siempre me pareció un buen muchacho.

-Si, la verdad sí.

-Lástima que nunca le hiciste caso.

-Que? ¿De qué hablas?

-Ay no me digas que no lo sabias.

-Saber qué?

-Pues de que él siempre ha estado enamorado de ti, a lo lejos se le nota. ¿Enserio no lo notaste?

-No...

-Pues sí que estas ciega amiga. ¿Crees que ya es suficiente? - preguntó ella viendo él carrito.

-Mas que suficiente, Ya vamos a pagar.

Pasamos a la caja y pagamos todo lo que habíamos echado en él carro. Salimos de ahí y los fuimos directamente a mi casa.

-Oye vayo.

-Dime Nat.

- Y ya le dijiste a John?

-Sobre qué? - dije metiéndome una galleta a la boca.

-Sobre que te aceptaron en la uní.

-No... Pero obviamente si le voy a decir sólo que en el momento adecuado.

-Y por qué no le dices ya?

-Quiero que sea sorpresa.

-Está bien, Aghh creo que voy a reventar.

-Estoy igual que tú, lo bueno que encordaremos juntas.

- Claro, solo espero y no nos dejen por feas y gordas.

-Si nos dejan seria por gordas, feas no somos además no creo que nos dejen, ¿te imaginas quien más va a querer aguantar a ese par de bellos idiotas?

-Si tienes razón, ese par de idiotas sólo son de nosotras, es más si engordamos ellos engordaran con nosotras.

-Exacto, tiene que ser parejo.

-Te quiero Violet, gracias por ser mi mejor amiga.

-Yo también te quiero nat, no sé qué haría sin ti.

-Nada, obviamente me necesitas a tu lado siempre.

-Tonta- dije entre risas mientras la abrazaba.

- Así me quieres.

-Si, así de tonta te quiero.

(...)

-Violet! ¡Ven acá pequeña tonta!

-No estoy!

-Te voy a matar Violet! Es mejor que vengas de una vez.

-Por favor Nat, solo fue una pequeña broma inocente- corrí hacia as escaleras. Temía por mi vida, hacerle una broma a Nat tenía muchas consecuencias, pero quise vivir él riesgo. Me escondí abajo de la cama de mi madre y aguardé ahí esperando a que Nat no me fuera a encontrar.

Pasaron como cinco minutos, aunque para mí ya eran como mil horas después.

-Bu- solté un grito desgarrador al ver a Nat a un lado de mí, trate de huir, pero ella fue más rápida y me tomo por los pies jalándome hacia afuera de la cama.

-Nat por favooor

Por favor nada, ahora te aguantas. -mientras me arrastraba me agarre de una de las patas de la cama.

-Ayuda yisus!

-Nadie te podrá salvar.

Me sujete fuerte mientras ella me tironeaba, pero se rindió y no pudo.

-Está bien, me rindo tu ganas Violet, me dijo soltando mis pies para después irse de la habitación.

Me levante del suelo y salí de ahí buscando a Nat, entré a la cocina y me acerque a él refrigerador para sacar el jugo, cuando iba a cerrar la puerta del refri salió Nat embarrándome la cara con crema chantillí.

-Sonríe! - dijo ella riéndose mientras me tomaba una foto.

-Contenta?

- ¿Claro, la venganza es dulce sabes?

-Si aha, lo que tu digas- me limpié la cara y me senté mientras tomaba jugo de la caja.

-Puerca, agarra un vaso. - me dijo Nat mirándome con asco

-No quiero.

- Por cierto, llamo tu mamá diciendo que llegaría tarde porque iba a pasar al aeropuerto por tu tía y tus primos.

-Que!?- dije escupiendo todo el jugo en su cara.

-Qué asco Violet, porque tanto alboroto?

- Mi tía Alice y sus hijos son él mismísimo diablo nat, cada vez que vienen me hacen la vida imposible.

-Exagerada

-Es la verdad! Si los conocieras Pfff no los querrás ver nunca.

-Okay, pues buena suerte con tu tía y tus primos

-Vas a salir?

- Si, me llamo Dereck diciéndome que le acompañe a casas de sus padres.

-Y piensas dejarme sola con ellos?

-Por favor Violet no es para tanto.

- ¿Quieres que muera, cierto?

-Te quiero, chao. - y se fue dejándome sola.

Lo que me faltaba, ahora estaré estos días soportando a mi tía y su familia loca.
Estoy muerta.