Oí voces en la habitación de al lado, intenté levantarme, pero mi cabeza me iba a estallar, era horrible esa sensación.
Simplemente grité
-¿Chicos?
Y los tres aparecieron con una cara de susto por la puerta.
-¿Te hemos despertado? -Dijo Brandon
Álex y Matteo habían pasado de la cara de susto a la de culpabilidad.
-No no, me he despertado, tengo un frío que flipas.
-Debe ser el hielo, ¿quieres que te ayude a levantarte para que te pongas el pijama?
-Que va, no me puedo levantar, lo he intentado, mi cabeza me pesa y me va a explotar.
-Déjame ayudarte, en cuanto te pongas el pijama estarás más cómoda y al meterte en la cama enteraras en calor.
-Vale, pero despacio.
Ví como Álex desaparecía de la puerta, y Matteo se sentaba en una silla mirando hacia otro lado.
- A ver, ¿Dónde tienes el pijama?
-Aquí.. -cojí mi pijama y Brandon me ayudó a ir al baño y me esperó en la puerta.
B tenía razón, al ponerme el pijama estaba muchísimo más cómoda y tenía mucho sueño además.
Salí del baño y B me ayudó a sentarme en la cama.
-¿Dónde esta Álex, Matteo?
-No lo sé, no me lo ha dicho.
-Voy a buscarlo.
-Eh, no te puedes mover de aquí, cuando venga, hablaras con él.
-Pero me dormiré...
-Pues hablaras con él mañana
Le asegure a B que estaba bien y se fueron los dos a su habitación, eran ya las dos de la mañana.
No pude dormir hasta que oí a Álex entrar por la puerta.
-No te hagas el silencioso, no lo eres.
-¿Me hablas?
-¿Qué?
-No me merezco ni que me mires, por mi culpa estas así, por no saber controlarme estas ahí que no te puedes levantar, soy repugnante.
-¡No digas eso!
-No Valeria no.. todo es por mi culpa.
-Yo fui quien se metió en medio.
-Y yo quien te golpeó.
-Tranquilo...ven aqui, que te voy a dar un abrazo de oso amoroso enorme.
Nunca había visto a Álex así, y no me gusta haberlo visto. Álex va de machito, de capitán, del más popular, pero tiene una parte sensible, y poco a poco, la descubrire.
*piiip piiip piiiiip*
-Valeria.
-Mmm.
-Val.
-Cinco minutos más...
Y abrí los ojos, y estaban los 4 allí con Flor, Mirándome.
-¿Qué pasa? Dais pila miedo.
-Necesitamos hablar contigo.
-Esperad que me voy a lavar la cara, si no me echo agua fría en la cara no despierto.
Intenté levantarme, pero no podía, estaba fatal del cuello, sí, del cuello, y mi cabeza no mejoraba.
-Álex, ayúdame por favor
-Voy bebé ¿Te elijo yo la ropa?
-Como quieras, ahora llévame al baño por favor.
Álex me dejo en el baño y yo escuchaba lo que hablaban, pero sólo palabras y no muy claras, como dejar, quien va a quedarse, y que harán.
A ver, lavandome la cara no me iba a dar tiempo a escuchar toda la conversación.
Cuando me veo en el espejo tengo algo inchada la cara.
Qué bien, Nótese la ironía.
Salí del baño y Álex se sentó conmigo en la cama.
-¿Qué pasa?
-Hoy no vas a poder ir con nosotros.
-¿Qué?
-Estábamos hablando a ver cuál de los chicos se quedaba contigo.
-No soy un bebé, puedo quedarme sola.
-Ya sé que no eres un bebé, pero no te vas a pasar medio día sola, sin poder hacer nada.
-Bueno, ¿Y quién se va a quedar?
-Matteo.
-¿Matteo?
