Con motivos egoístas Ladybug, la grande heroína de París decide tomarse su tiempo en observar a su amado visitando el hogar Agreste con frecuencia sin saber, que pronto sus deseos tomarían otro rumbo...
Gabriel Agreste que poco a poco se estará aco...
-¿Cómo podría regresarle todo lo que me había dado, desde aquel día del paraguas hasta ahora?
(Verle en su casa) pensé..
-¿Descabellado, no?
Mi yo-yo se encontraba balanceándose entre mis piernas de lado a otro, debía pensar en algún método de excusa ante el señor Agreste para visitar al muchacho.
Me lamentaba. Era increíble el tipo de pensamientos y propósitos que entraban en instantes en mi mente, terminando siendo desechados con un ladeo en mi cabeza indicando negatividad.
-No, eso no funcionaría- negué, y buscando una forma de olvidar este plan por fin apareció.
-¡Si, eso es!- exclamé vigorosamente sabiendo que esto no fallaría, moviendo ágilmente mi yo-yo comencé a moverme de edificio a edificio hacia aquel lugar, segura de que; finalmente podré hablar con Adrien sin algún tipo de tartamudeo o torpeza como una Marinette lo haría.
Reí para mis adentros recordando cuantas veces, todas fallidas, intentaba mostrarle mi cariño y afecto hacia aquel chico de ojos color esmeralda,(Eso no pasara hoy) asentí. De repente mis ojos se cruzaron con aquella rígida mansión en cuestión de segundos, lance el yo-yo hacia la planta más alta en donde lograría pararme si ningún problema; examiné el exterior para toparme con alguna ventana entreabierta, estaba del toda correcta, pues a unos pasos mas a la derecha de aquel lugarcillo se alcanzaba a localizar dicha ventana que exitosamente logré pasar.
(Oh no) Maldecí.
Aquel tragaluz daba paso a un estudio donde por más claro que parezca le pertenecía a Mr. Agreste. Mis piernas temblaron.
Por suerte el lugar se presenciaba sin ninguna persona y al final, cuando pude respirar con mayor calma estudié la sala con mis ojos, el sitio tranquilo aunque extravagante se componía por un escritorio lleno de papeles, todos desordenados y con alguno que otro diseño, un portátil blanco y por ultimo su silla y algunos cuadros grandes enmarcados. Recorrí el estudio con pasos pequeños y firmes alrededor de las cuatro paredes blancas, todo me parecía sin importancia hasta que él portátil llamo mi atención acercándome pude nota que en está se hallaban estampados de mariquitas y, no lo podía creer una foto mía (Como Ladybug claro)mis ojos se abrieron, impactados al ver todo el lio que se había formado aquí ¿Acaso planeaba hacer alguna ropa en mi honor? ¿Era solo inspiración? ¿O simplemente una divertida consecuencia? Mi cabeza estallaba, uno de los mas grandes diseñadores de Paris trabajaba en un proyecto increí.....
La puerta crujió.
Cerré el portátil de golpe y mis mejillas se convertían en un excesivo tono rojo al abrirse la puerta, que estaba con seguro; de inmediato supe queinvadí uno de sus mayores secretos.
-¿Ladybug?- habló Agreste al entrar
-Em..em n-no era m-mi intención Sr. Agres-te, la- la verdad es- es que yo- tartamudeé no me salían las palabras. Me detuvo
-No se preocupe,- aclaró- esta dicho que vino por una situación de emergencia.
-Si...si es por eso- mentí
Arqueó una ceja era obvio que no se la creería, que me echaría de su sitio, pero no; no fue así
-Venga señorita- sonrió dirigiéndose a su escritorio y tomando el portátil que hace unos segundos había maltratado. Este lo abrió y ebozó una media sonrisa.- Lo viste entonces- declaró -No era mi intención-admití.
-¿Que piensas de esto?- respondió alegremente ignorando mis disculpas.
Me mostró enseguida un boceto de lo que estaba creando.. aunque no parecía tener forma de serlo.
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-Muy.... hermoso-reconocí, no me permitía mentirme, el diseño era sin lugar a dudas algo digno de aplaudir.
-Merci señorita- dijo y colocó ciertas palabras: Approuvé ( Aprobado)- y ahora dígame, que tan grave es el asunto.
No le escuchaba. Mi mente había creado una mezcla de posibilidades de yo posando y estrenando el vestido en un día de Gala, la escena era esta: Gabriel me recibiría para la gran noche extendiendo su brazo hacia mi y yo como una chica educada se lo tome para ir hacia todas las personas que me estarían esperando a verme con dicho vestido, finalmente llegué y la gente nos vitoreaba y aplaudía sin cesar y al final del pasillo se encontraba Adrien viéndome con mayor cariño y dulzura que nunca vestía de traje y era muy guapo el cogería mi mano como todo buen caballero y me pedía que fuéramos novios y que luego tuviéramos dos hijos y un hámster...Hay adoro los hamsters....
-¡¿Señorita?!- exclamó preocupado viendo todo mi rostro tornarse rojo de nuevo. Desperté y vi que esto era la realidad también logré alcanzar a ver a Gabriel con mirada tensa y seria, característica de él.
-Lo siento-afirmé-¿Me decía?
-¿Que tan grave es el asunto?- repitió
El asunto, me había olvidado de aquel tema, que; pasando por mi mente no recordaba las palabras que mencionaría para la excusa de ver a Adrien. Mi mente estaba seca.
-Ah, si el asunto- carraspeé.
-Chat noir y yo queremos que mas gente este a salvo de los recónditos problemas que circulan en París, sobretodo el tema de los Akumas ya que últimamente el malvado villano encargado de corromper a las personas ha estado aprovechándose de cualquier situación de enojo, tristeza y/o furia para cumplir con sus malhechores planes, y para lograrlo hemos decidido un patrullaje tanto vespertino como diurno todos los días, esto consta de la siguiente forma: El se encargaría del diurno y yo del vespertino- aseguré.
Inhala exhala, Inhala exhala. No tenia idea alguna como todas esas expresiones habían salido para formar este magnifico plan que a pesar de ser falso, me pareció una excelente idea para "verdaderamente" llevarlo a cabo.
-Buen plan- añadió- pero ¿por que venir aquí?-pregunto extrañado.
Mis labios se tensaron, no se me ocurrió que me preguntara eso y ha decir verdad jamás creí que mis piernas comenzaran a temblar.
-Checaremos los puntos principales en donde pudiera ver mas ataques fre-frecuentes- escupí sin ningún tipo de seguridad en mi interior.
-Ya veo, se preocupa por nosotros- rio- Me cae bien, "Mariquita".