Oscuridad (CORRIGIENDO)

Capítulo 5

Ya en el cuarto no pude parar de llorar, nunca hice nada malo como para merecer esto, siempre fui buena hija incluso cuando nació mi hermano lo cuide como si fuera mío y ahora me pasaba esto, jamás me casaría con el.

Estaba tan adentrada en mis pensamientos que no noté cuando la sirvienta de la mañana entro a la habitación.

"No llores niña, eres muy guapa como para sufrir" soltó con dulzura, tomando mi rostro entre sus manos y limpiando mis lagrimas con sus pulgares.

"Como me pide que no lloré cuando me casare con el estúpido Conde, el no me puede hacer esto" dije con rabia, a la vez que me levantaba y me alejaba de ella.

"El te necesita demasiado, no me lo tomes a mal niña pero mejor haz lo que el te ordene para que no te trate mal, ven vamos a bañarte y a ponerte bonita para el baile de esta noche" delicadamente me guío hacia una puerta que estaba en el lado derecho de mi habitación. 

"¿A que baile a refiere?" pregunte entrando al baño.

"Oh con toda la conmoción que a armó allá abajo el Conde no te dijo que está noche es el baile de presentación" dijo mientras me desabrochaba el vestido harapiento que traía y abría la llave de la bañera "El te va a presentar frente a toda la sociedad vampirica como su novia y prometida" me adentre en la bañera y ella empezó a tallar mis brazos.

"Y si no aceptó en frente de todos y me largo, no podrá detenerme verdad" sentí un poco esperanza.

"Si haces eso el te dejará a merced de todos los vampiros que asistan"No pude evitar sentirme horrorizada"El conde la necesita, por eso a nombre de el le pido que acepté su propuesta" pidio con vergüenza.

"Aceptaré porque no me deja de otra pero si por mi fuera me mataría ahora mismo" solté con rabia, aunque bien podía negarme y morir, prefería mil veces eso antes de casarme con el.

Cuando la sirvienta o Czarina se fue me dediqué a observame en el espejo, tenía puesto un hermoso vestido color vino con toques en negro y una gargantilla de rubies a juego, parecía de la realeza, lástima que yo no me sentía así.
Escuché unos toques en mi puerta y al abrir ahí estaba el vestido igual o más elegante que yo si se podía, no dijo nada sólo tomó mi brazo y me guío al principio de las grandes escaleras donde al fin hablo.

"Buenas noches a todos los presentes, como ya todos saben este baile es para presentar a mi novia, mi bella, Irina" sin más tomo mi mano y la beso, todos nos miraban demasiado impresionados, juraría que más de uno tenía la boca abierta.
"Esta noche delante de todos quiero pedirte amor mío que seas mi mujer y al fin nos des la paz infinita con un fruto de nuestro amor" sin más se arrodilló y saco una caja que tenía en su interior un gran anillo con un rubi rojo en el centro "¿Que dices me aceptas?" Me quedé congelada, esto era peor de lo que pensaba, puedo morir y ya nada importaría.

Mi mente sólo me gritaba ¡Dile que NO!