One shot?

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¿Cuanto tiempo había pasado? Aquel humano llevaba ahí años, viviendo con Toriel. Pasando inadvertido, no hablaba, no reaccionaba. Simplemente se limitaba a seguir a Toriel por el subterráneo. Sinceramente le era indiferente la existencia de una séptima alma, la ira de Toriel no era una opción.
En ese preciso momento Sans saludaba a Toriel que caminaba hacia Snowdin, tras ella el humano a pasos cortos, con su mirada clavada en el suelo. Siempre parecía mantener la distancia, emanaba cierto aire de tristeza que desconcertaba al otro.
- Hey, Tori. - La mujer se ladeó del camino con una sonrisa. El niño se quedó dubitativo y finalmente se acercó con nerviosismo.
- ¿oh? Hola Sans querido ¿que tal? - El niño se escondió tras el monstruo cabra.
- Esto es aburrido ¿que vas a hacer?
- Iba a hacer unas compras, mi niño crece y la ropa ya le esta corta - Sans siempre había pensado que el humano era extraño. No tiene un carácter destacable, nada lo caracteriza. No parecía ser feliz, más bien siempre había sido un ser decaído. ¿Parte de su naturaleza? Los humanos anteriores eran más agresivos, pero este era... Diferente. Lo sentía... Cercano. A pesar de no haber estado nunca cerca de él.
- He he he hey kiddo ¿que dirán tus amigos de tu nuevo look? Estarás de bone ver
- Oh Sans, mi niño... Ella no es... Nunca ha hablado. - ¿Ella? Así que era una niña. Siempre había interpretado que era un chico aunque la diferencia tampoco era demasiada.
- He, se me hace raro - Hasta ese momento ni siquiera había reparado en sí había escuchado a al humano producir sonidos. Parecía solitaria la niña. Aunque fuera muda podría expresarse quizás era sorda. Indagó unos segundos y volvió a atender a ambas. La niña tenía la cabeza baja y miraba desde esa postura, de vez en cuando miraba el suelo.
- Es reservada, una pobre criatura inocente.
- Hey Tori creo que se podría llevar bien con Papyrus. Ella no habla y el no calla no se que podría salir mal. - La niña no reacciono bien, trató de retroceder pero la mayor la sujetó, Toriel sonrió con amabilidad.
- Podríamos intentarlo - Acarició la cabeza de la chica con fuerza - Tiene que comenzar a relacionarse - Toriel hablo con cierto enfado. No sabe que lo ha empujado a tratar de ayudar a esa niña, ni siquiera recuerda su nombre. Aburrido.
- ¿Entonces venís mañana a merendar? - La niña subió el cuello de su suéter escondiendo parte del rostro en el con nerviosismo. ¿Alguien hacia ese movimiento? Quizás solo era un deja vu
- Por supuesto, así te devuelvo aquel libro de chistes. - Toriel parecía aliviada - Mi niño no tiene mucha compañía - Toriel se despidió con la mano.
Una merienda de niños, que pereza. Inútil.

Llamaban a la puerta y Papyrus abrió enseguida. Se había pasado toda la mañana cocinando para la ocasión muchos tipos de spaguetti diferentes y por el olor Toriel traía tarta. Al menos saldría algo de provecho.
La niña llevaba una camisa a rayas, unos pantalones cortos con medias y unas botas. Ahora se notaba más su género aunque tampoco era nada del otro mundo. ¿Cuantos años podría tener? ¿Trece?¿quince? No le importa. Papyrus no paraba de hablar parando de vez en cuando para enfadarse por las bromas de Toriel, la niña parecía sobrepasada por la situación. En algún momento sus miradas se chocaron, por un momento habría jurado que era... Familiar... Sus ojos castaños eran conocidos. Un escalofrío lo recorrió y ella apartó la mirada enseguida. Después de todo no sería tan aburrido. Se acercó a la mesa donde comían spaguetti, olían moderadamente comibles. La niña hacia muecas intelegibles. ¿Como se llamaba? No iba a preguntar, a estas alturas ya debería saberlo.
Se sentó a su lado ella y esta alzó la mirada tímidamente. Se sentía inquieto al verla tan cabizbaja ¿porque?Siempre la había visto así pero ahora lo sentía impropio. Le contó algunos chistes aunque a penas consiguió una mueca que quería parecer una sonrisa.
Toriel miraba preocupada. ¿Que estaba mal con ella? La niña se levantó y le acercó un bote de ketchup que había en la cocina ¿como lo había sabido? Ella se sentó de nuevo y le dedicó otra mueca, trataba de sonreír. Papyrus lió a Toriel en una discusión de sobre spaguetti y caracoles, estos hablaban entre sí dejando a los otros dos solos.
- ¿Que hay de malo contigo? - Ella abrió la boca y trató de articular palabra pero no sonó nada. Seguido bajó la mirada apenada o quizás esquivó la pregunta. - ¿Te has quedado muda al presenciar mi sansacional presencia cerca? - Sonrió y revolvió el pelo de la chica, esta volvió a hacer otra mueca. Es como si hubiera olvidado como sonreír, esto lo molestó. - Se hace así - se acercó y sujetó ambos mofletes de la chica mientras con los pulgares sostenía las comisuras. - Así estas mucho mejor - esa imagen... Era conocida... Quedo mirando la expresión de la niña con esa forzada sonrisa
- Mi niño no ha sonreído nunca antes Sans. - Sans miro extrañado al monstruo cabra y luego volvió a mirar a la niña. Nunca. Eso era mucho tiempo y Toriel capto la preocupación del esqueleto - Quizas pudieras quedártela unos días e intentar cambiarlo. - La verdad es que quería intentarlo, porque parecía demasiado decaída.
- WOWIE SANS SERIA COMO UNA FIESTA CONSTANTE - la niña bajó la mirada, no había cambiado de expresión en todo ese tiempo pero durante un efímero momento pareció cansada. No físicamente, algo mental, como quien vuelve a caer una y otra vez en el mismo recuerdo del pasado. Cansada igual que él.
- Unos días con los tíos Sansy y Pap - Confirmó aquel extraño plan. Después de todo el día no fue tan mal, tenía curiosidad. Papyrus cogía a la niña y la volteaba en el aire, antes de que alguno lo advirtiera resbaló de sus manos y cayó no antes sin golpearse contra la mesa comenzando a sangrar.
Una imagen cruzó su mente. Una imagen terrible y conocida. Esa niña atravesada por el ataque de Sans. Aquel líquido escarlata lo teñía todo y una leve sonrisa entristecida marcaba el rostro de la chica. Sans se acercó y ella levanto un brazo y acarició su pómulo - Gracias por pararme Sans - Aquella voz quebrada y forzada se extinguía lentamente. - te falle, lo siento -Quiza amaba a Sans por la forma que hablo ¿Porque era tan doloroso? Sentía unas ganas tremendas de aferrarse a su maltrecho cuerpo.

- ¡SANS! ¡SAAAANS REACCIONA! - Sans salió de sus pensamientos Toriel colocaba una tirita en la cabeza de la niña. Esta se sobaba la cabeza pero ni siquiera había llorado, en cambio el tenia las cuencas húmedas solo por aquella extraña imagen que había ¿recordado?¿eso había pasado?
- Perdón, me sorprendió mucho ¿Estas bien kiddo? - ahora el nombre de la niña le intrigaba ¿eran recuerdos del pasado?
- No le hagáis daño a mi niño - Toriel clavó una mirada aterradora en los hermanos - Más os vale que este sana y salva para cuando vuelva. - Papyrus miro a Sans con miedo y este solo reía. - Mantendré a Papyrus lejos de la niña. - Toriel se marchaba sin apartar la vista de ellos.
Ambos hermanos quedaron mirando a la niña, Papyrus volvió a cogerla y subió a su cuarto gritando algo sobre enseñar la colección de figuras de acción.

Las horas pasaron y ya cerca de las once de la noche Papyrus ya se había acostado, Sans y la niña estaban solos en el comedor mientras este preparaba el sofá para la niña. Le había dado muchas vueltas ¿podía ser otra línea temporal?¿un reinicio?
- Hehe eres muy silenciosa niña, si sigues así la gente se olvidara de ti - Un escalofrío recorrió a la niña y se acurrucó en el el sofá mientras Sans la arropaba. Seguía sin querer comunicarse, cada vez se le hacía más extraño, como si no fuera propio de ella. Fuera de ese corto y tormentoso recuerdo no conocía nada mas de ella - Tengo una sospecha niña, la sospecha de que ha habido un reinicio. Aunque no me lo vas a decir ¿verdad? - la chica bajo la mirada y se cubrió con la manta tembló durante unos segundos.
- ¿Porque no hablas? - Trató de ser más comprensivo, se había puesto nervioso pensando en reinicio. Le facilitó un lápiz y papel pero ella se negó , trato de cogerla pero retrocedió con brusquedad casi cayendo del sofá - No se que pasa, se que esta pasando pero se que pasa algo. Cuando te decidas a contármelo te puedo ayudar. Me puedes considerar un amigo. - la niña volvió a reaccionar sus ojos se encharcaban.- ¡Hey hey kiddo no llores! - la niña se aferró a el, escondió su cabeza bajo la chaqueta y lloraba en silencio agarrándose con fuerza . - Cálmate amiga - se sentó en el sofá, podía notar lo agobiada que parecía la niña, no podía evitar sentirse culpable. ¿Porque se sentía tan cercano a ella? Su mente trabajaba tratando de recordar mientras la niña se agarraba con desesperación. - Tranquila Frisk - ¡Frisk! Salió ese nombre sin darse cuenta simplemente lo recordó y como un efecto dominó recordó.
Toda la ruta genocida, recordó la muerte de todos. La muerte de Frisk a sus manos. Recordaba... Recordaba que el espíritu de Chara y Flowey que estaban detrás de todo, recordaba... Llorar. Llorar en la más absoluta soledad. El cuerpo de la chica no se deshacía, permanecía ahí recordándole como mato a una víctima.
Todos esos recuerdos explotaron en su pecho como una bomba ¿cuando se había puesto a llorar? Se tumbó apretando a la niña contra el.
Recordó como fue el quien con la poca determinación que le quedaba y con el alma de Frisk reinició. ¿Como puede haberlo olvidado? Todo ese tiempo la había ignorado cuando lo que quería era estar con ella. Quería estar con la pobre marioneta que había sido controlada y culpada.
Recordaba la tremenda culpabilidad al darse cuenta de la inocencia de Frisk. Apretó más a la niña entre sus brazos. Frisk...¿ella lo recordaba? ¿Había estado todo ese tiempo sabiendo eso? La niña trepó un poco asta su pecho, a pesar de que lloraba bastante lo único que se escuchaba era el aire salir de su boca. Se aferraba con fuerza, debía llevar mucho tiempo guardando eso en su interior.
- ¿alguien más sabe esto? - Frisk negó con la cabeza. - Tranquila, ya estoy aquí - debió sentirse muy agobiada todo este tiempo.
Se sentía como si se hubiera quitado un peso de encima un peso que ni siquiera sabía que tenia. - Ya esta, todo eso ya ha pasado - Poco a poco la niña se había relajado, sus pequeños brazos estaban abiertos tratando de abrazarlo, su rostro empapado todavía tenia cierto toque de tristeza. ¿Porque había guardado ese silencio todo el tiempo? Parecía que se había dormido y Sans no tardó en seguirla, incluso dormida parecía triste. Mientras sus ojos se cerraban sonreía por recuperar parte olvidada de su pasado, un error remendado podía decirse.



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Hooooola pequeños amigos, ¿suena a historia? Queria hacerlo one shot pero acabo con un final abierto {perdón} quizas algun dia publique una segunda parte si lo quereis si no ... xD




Undertale : El último reinicio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora