Capitulo 16

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Solamente una persona me había llamado florecilla durante toda mi vida -¿como me encontraste?- dije con mi voz entrecortada el sólo me miraba fijamente

-no pareces estar muy contenta de volverme a ver florecilla-

-No es eso- realmente no podía creer que de nueva cuenta aquel sujeto al que le entregue mi vida cuando niña volviera y lo que era más importante -eso...- no podía creer que aún usara el collar con mi alma, aquella alma que yo le había dado hace tantos miles de años

-¿que?- miro a su cuello tomando el collar entre sus dedos -¿te refieres a esto?- sonrio -siempre lo traigo conmigo, al final es lo único que aún me ata a ti-

Podía sentir como mi corazón latía con fuerza, lo había conocido hacia tiempo en el limbo, el único lugar donde el cielo y el infierno se juntan pero al mismo tiempo permanecen separados.
Mis padres habían ido ahí para hacer un trato, el cual beneficiaría a los dos reinos, aquel trato involucraba un pago y ese pago era yo; mi alma y cuerpo a cambio de que el infierno y el cielo vivieran en completa armonía, sin guerras ni problemas, podrían cruzar libremente a cualquiera de los reinos; todos los problemas por fin terminarían, al menos para los demás, yo en cambio, tendría que vivir como fiel sirviente del príncipe mayor para toda la eternidad

-¿e... En verdad tendré que quedarme haya?- pregunte tímidamente mientras miraba al señor del infierno, a su esposa y a su hijo mayor Itachi

-si- dijo mi madre -es por el bien de todos- respondió mi padre

Camine con lentitud, quede al borde del limbo en donde de nueva cuenta ambos reinos estaban divididos -sólo un paso- susurre, mis piernas temblaban, si daba aquel paso mi vida cambiaría por completo, me quitarían mis alas y mi aureola, me pondrían cuernos, además de que en aquel lugar hacia mucho calor.
Mi pierna derecha se estiro, mi pie quedaba a centímetros de el suelo cuando un empujo hizo que cayera de sentón en el suelo

-ya basta!- era ni más ni menos que Itachi Uchiha quien apretaba sus puños mientras me miraba -lamento eso pero no dejare que mis padres acepten algo que yo no quiero!-

Aquel lugar quedo en completo silenció ambas partes se miraban sorprendidas

-pero...-

-pero nada padre!- dijo aquel demonio interrumpiendo a su padre -no dejare que continúen con esto, no me importa si me castigarás cortándome las alas pero no permitiré que una florecilla tan hermosa como lo es ella se vuelva en una esclava!-

De nueva cuenta el lugar quedo en silencio hasta que después de un rato ambas reinas susurraron algo al mismo tiempo -su alma...- logró escucharse de ambos lados

Y así fue como perdí mi alma, era lo mejor tanto para el como para mi, lo que no esperaba es que después de tanto tiempo el aún tuviera mi alma y mucho menos que la cuidara de tal manera

-te extrañe Itachi- sonreí de lado, me alegraba volverlo a ver pero aún seguía teniendo el dolor de lo que había visto apenas unos minutos

Ángel o DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora