Capítulo 11.

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La bella y la bestia

Narra Andy

*Llamada*

-Habla Biersack

-Hola amor.

-Hola preciosa.

-Estas ocupado?

-No mi amor, para ti no.

-Bueno, es que hice una cita con la ginecóloga, para el control del bebé.

-Muy bien amor, cuando es la cita?

-A las 5.

-A las 4:30 estoy en casa para irnos juntos preciosa.

-Perfecto amor, nos vemos en casa.

-___?

-Si?

-Te amo mi vida

-Yo también corazón.

-Cuida mucho de nuestro bebé. Nos vemos.

-Trabaja mucho mi vida, cuidate.

*Fin de la llamada*

Mi vidaaaaaaaa!!!, la amo demasiado, es tan delicada, linda, se preocupa por mi... es la mejor de todas. Desde niños siempre fue así, eso me enamoro.
POR QUE COÑO AZOTAN LA PUERTA!!!

-Biersack!

-Señorita, ya le dije que no puede pasar.

-Tenemos que hablar.

-Señor yo le dije que no pasara.

-Esta bien Martha. Retirate.

-Perdón señor.

-No te preocupes.

Que chingados quiere?!

-Que quieres?

-Verte

-Pero yo no te quiero ver a ti

-Bebé, amas verme (se me acerco seductora mente) amas mi compañía.

-No

-(Se sentó en mis piernas) te extraño bebé, por que tienes un mes que no as ido a verme?

-Por que ya no te quiero ver.

-Por que mi vida?

-Por que ya no me interesas. Ahora largate.

-(beso la comisura de mis labios) Pero si juntos la pasamos muy bien.

-No Julieth, ya dejame tranquilo.

-Biersack!!! No puedes abandonarme hací nada más.

-(la baje de arriba mio) Si puedo, tu no eres nada mio, solo mi juguete y la que me daba placer. Yo estoy casado no te necesito.

-Yo te doy el placer que tu mujercita no te da.

-Claro que me lo da.

-Si así fuera nunca vieras recorrido a mi.

-Solo fuiste mi juguete Julieth, aceptalo

-Biersack, no me dejes, yo te amo.

-Pero yo no, además, tu no amas a nadie, solo amas al dinero que te daba después del sexo, eres una puta y eso seras siempre.

Me dio una cahetada. Ja! Tiene que aceptarlo.

-No me hables así idiota.

-No me importas Julieth, solo vete y no te quiero volver a ver.

-Me iré, pero vas a volver por mi rogándome que regrese contigo, volverás a mis brazos.

-No, entiende. Ya largate.

Y pum... el portazo de la puerta... tiene que entenderlo, yo no la quiero... tengo a mi esposa y a mi hijo, ya no ella.

La bella y la bestia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora