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Yam pov's

-¡CHICAS, LLEGUÉ Y TRAJE PIZZA!- grito mientras cierro la puerta del departamento.

Entonces se escuchan varios pasos y segundos después aparecen mis amigos, miro con lástima las tres cajas de pizza. Adiós a pizza de reserva.

-Al fin llegaste. Necesitamos que alguien decida que película ver.- dice Danita.

-Me da lo mismo mientras no sea de terror porque después no puedo dormir.- me encojo de hombros.

-¡Ale pone una de terror!

Poker face.

Agus me abraza por detrás y apoya la barbilla en mi hombro.

-Puedo dormir con vos y alejar los monstruos.- me guiña el ojo.

-¿Vos no querías con Dan?- inquiero apartandome de él.

-Me cansé de que me rechace.

La peligris asoma la cabeza desde la cocina. -¡Ya era hoja, mijo!

Frunzo el ceño antes de empujar a Agus de mi camino.

-No soy segundo plato de nadie, culo sucio.- exclamo.

Voy directo al sillón, una vez allí, me acuesto para esperar más cómoda que mis esclavos traigan la comida. Sin embargo, me sale tan mal que ignoran mi presencia y se sientan todos arriba mío. Creo que llego mi momento. Ya logro escuchar el canto de los ángeles.

-Eu- los llama Misi que al parecer es la única que recuerda mi existencia.- ¿Quién apaga la luz?

Olviden lo que dije. Malditos mundanos.

-Está apagada, pelotuda.- Ale siempre tan divino.

-Ah bueno.- mi amiga toma una rebanada de pizza conforme con la respuesta del castaño.

Justo en ese momento comienzo a oler un asqueroso hedor, es tan fuerte que siento que he perdido el sentido del olfato para toda mi vida. Hasta los ojos me lloran.

-Aiuda.- susurro en un hilo de voz.

Nadie me escucha.

Es mi fin, tuve una buena vida aunque nunca fui a Idris ni conocí a mi Hardin.

Observo el tatuaje de la runa angelical que tengo en mi brazo izquierdo. A la mierda, soy nefilim. Un pedo no puede acabar conmigo, aunque seguro sufra secuelas.

Tomo aire.

-¡RAZIEL LÍBRAME DE ESTO, POR FAVOR!

Mis amigos saltan asustados del sillón y me ven como si fueran un bicho raro.

-¿Hace mucho estás ahí?- Dan parece preocupada de verdad.

-Lo suficiente para saber que alguno se cago fuerte.- digo y me cruzo de brazos.

Agus intenta disimular su risa pero aún así se delata el muy puerco. Entonces Ale también ríe y me pregunto cuántos pedos me fume. Hay cosas que es mejor no saberlas.

-¿Por qué no nos avisaste que estabas ahí?

Levanto las cejas, indignada.

-¡Pedí ayuda! E igual, ¿Ninguno se dió cuenta que yo faltaba?

-Nop.- responden los cuatro al mismo tiempo.

¿Escucharon eso? Es mi corazón rompiéndose en mil pedacitos.

Hago un puchero y me siento en el piso por el bien de mi seguridad. Luego agarro una caja de pizza para mí solita retando con la mirada a cualquiera que se digne a decirme algo, como no oigo objeciones comienzo a comer feliz.

Mas o menos a la mitad de la película Dana me da toquecitos en la espalda.

-¿Me acompañas al baño?- susurra.

-¿Y yo por qué?

Ella mira hacia Misi que este tapada hasta la cabeza entre Ale y Agus.

-Puedo ir yo.- Agus sube y baja las cejas.

-¿No que te habías rendido?- inquiero confundida.

-¡¿Se pueden callar?!- exclama Ale desde su lugar.

-Aish, vamos.- me levanto y tomo la mano de Dana cuando empezamos a ir hacia el baño.

La verdad es que me estaba durmiendo y no estaba prestando mucha atención a la película, así que no entiendo porqué mi amiga tiene tanto miedo. Una desventaja de ir medio dormida es que me estoy chocando todo lo que me encuentro en el camino, cada vez que esto sucede gruño provocando que Danita se ría.

Cuando llegamos, me apoyo en la pared para esperarla pero mi amiga me obliga a entrar con ella en el baño. Adentro me siento en la tina mirando al lado opuesto de dónde se encuentra Danita.

Los ojos se me cierran por si solos aunque soy conciente de que me está hablando.

-¡Yam!- me grita al oído.

Por el susto salto y termino dentro de la tina, desparramada de cualquier manera. Para mí mala suerte, Dana se apoya en la ducha entonces el agua se abre. En segundos estoy completamente empapada.

-Te odio.

Ella se ríe a carcajadas mientras me ayuda a salir pero entonces escuchamos un gran estruendo proveniente del living. Ambas nos miramos atemorizadas.

Me pongo una toalla arriba de los hombros y agarró un shampoo como arma contra lo que sea que hay. Danita toma el coso que se usa para destapar los inodoros.

Razie aiudanos



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