Heridas.

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Choromatsu se encontraba en su habitación leyendo una revista cuando escucho el sonido de la puerta principalmente, y opto por ignorarla unos momentos, hasta recordar que se encontraba solo en casa y nadie podía atender la puerta mas que el. Al escuchar que seguían tocando bajo deprisa.

- Un momento! Un momento! Quien es? – dijo mientras bajaba las escaleras.

- Soy yo...

Choromatsu escucho la voz de Osomatsu del otro lado de la puerta.

- Que pasa? Volviste a olvidar tus llaves? – dice mientras quita el seguro de su casa y abre.

Choromatsu se queda congelado por un momento cuando ve a su hermano. Su cara estaba llena de raspones, la ropa estaba echa un desastre, al igual que sus cabellos negros.

- Pero que diablos te paso? Parece que te revolcaste en tierra– pregunta viendo como Osomatsu entraba en silencio a la casa.

- No es nada, no le des importancia – dice ofreciéndole una de sus sonrisas.

Choromatsu lo observa mejor y puede notar sangre en sus manos.

- Dame tus manos! – le dice enojado, mientras le tiende su mano.

Osomatsu se asusta por el cambio de humor  de su hermano, extendiendo ambas manos. Tenía los nudillos rojos y con rastros de sangre.

- Ves?! Dices que no es nada, pero te volviste a pelear, no?! Es la segunda vez este mes!

Osomatsu solo lo escucha en silencio. Ya no sabe si lo ve con preocupación o enojo. Tal vez era una combinación de ambas.

- Estoy bien, estoy bien – dice mientras camina hacia las escaleras procurando irse a su habitación.

Choromatsu lo sigue con la mirada  detenidamente y no fue grata su sorpresa  al notar una  rasgada en  la chaqueta en  uno de los brazos de Osomatsu. Al ver esto rápidamente lo alcanza en las escaleras.

- Osomatsu-niisan!! – lo detiene en las escaleras tomándolo del brazo.

Osomatsu suelta un quejido de dolor deteniendo en seco sus movimientos, haciendo que Choromatsu se vuelva a preocupar por su hermano mayor.  Osomatsu sabe que su hermano está enojado, así que intenta evitar su mirada, esperando el momento de su reprimenda, el cual para su sorpresa no llego.

- Vamos – toma Osomatsu de la mano llevándolo a su habitación.

- Eh? Ok... – lo sigue un extrañado por esa forma calmada de hablar.

Llegan a la habitación donde hace unos momentos se encontraba tranquilo leyendo una revista. Le dice que lo espere ahí, y Osomatsu solo obedece siguiendole el juego a su hermano. Después de unos momentos ve a Choromatsu regresar con un botiquín de primero auxilios. Se sienta frente a su hermano. Osomatsu lo ve en silencio.

- Quitate el suéter – le dice aun con una expresión enojada.

- ... Ok

Osomatsu con cuidado de no mover mucho su brazo izquierdo se quita el suéter mostrando su herida en el brazo, raspones y moretones en su pecho. Choromatsu ya se lo había imaginado. Se acerco al lado de su hermano sin decir nada. Observo bien su herida, la cual era una cortada. Soltó un suspiro aliviado al ver que no era nada grave y que ya no salía sangre. No era la primera vez que veía como el color de las heridas resaltaba en la tes clara de Osomats. Y como las veces anteriores, no quiso hablar de cómo ni porqué termino de esa forma,  así que Choromatsu ni siquiera  se molesto en insistir por una explicación.

Con un paño limpio mojado en agua fría,  comenzó a limpiar la herida de Osomatsu que se encontraba justo debajo del hombro.

- Hey! Duele, duele! – se quejo al primer contacto.

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