Jackson

R.D

Y pues nada, aquí estoy de nuevo pero esta vez para hablarles de República Dominicana, un hermoso país de centro América, rico en minerales y recursos naturales, hermosos paisajes, hermosos mares y lleno de gente buena y trabajadora, pero la historia se va tornado de colores oscuros y el pueblo está siendo manchado por malvados que no hacen más que acabar con el estado de las personas que por su patria han luchado, y les digo de veras que, el mundo va de mal en peor, la gente de ese país ya no saben vivir solo sobreviven.

Al igual que otros países y regiones de aquel mundo, allí existen problemas algo absurdos, fecundan opciones inservibles que no hacen más que quitarle la voluntad de ser libres, les quitan los deseos de superarse quitándoles las oportunidades, extraen de sus mentes todo a aquello que se relacione con oportunidad de cambiar.

El desorden y la desigualdad se convirtió en el aire que se inhala y exhala en sus calles, ya no llueve agua de los cielos sino que sangre y desencanto por el pueblo, porque todos dicen que: A los dominicanos se les acostumbro a las dádivas, (Es decir, que nos gusta lo dao'), que les gusta que les engañen, pero que también les gusta engañar, otros dicen que son vagos e inclusive impuntuales, y un millón de faltas que según aquellos son faltas exclusivas de las personas de aquel bello país.

Mi pregunta es la siguiente:

Si nos acostumbramos a todas estas malas costumbres, y sabemos que está mal practicar esas acciones., ¿porque no nos acostumbramos a, hacer el bien, trabajar, a ser puntuales, a abrir los ojos para no dejarnos engañar, ser honrados e íntegros para no engañar?

Mi mensaje es simple y esto es lo que Jackson entiende, hagamos que nuestra estadía en la tierra tenga valor, no hagamos el mal simplemente por que otros lo practican y mucho menos porque nadie se dará cuenta, porque el mal transmite maldad, mientras que el bien es alterno de dicho.

Lo que  pienso es que al igual que mi mundo su mundo también  puede cambiar, pueden crecer, pueden avanzar, todo se puede. Bien dijo una vez un sabio "El motor que enciende el carro con rumbo asía la realización, es el poder de tener visión y ganas de crecer".

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