Titulo: La Sangre Seguirá Ahí Cuando Las Sabanas Sean Lavadas.
Canción: Sippy Cup de Melanie Martinez.
Ya es tarde y estoy borracha hasta las narices, todo este rato me lo he pasado bebiendo alcohol de una pequeña tacita entrenadora, no sé porqué.
Ya es media noche y oigo los pasos del ser que se hace llamar mi esposo entrando a la casa, tarde como siempre. Alzo la vista y me encuentro con que viene acompañado de una puta (call girl) y no aguanto ni un minuto más así. Me levanto para enfrentarme con ellos en la cocina, estoy harta de su infidelidad.
Cojo uno de esos cuchillos que apenas si tienen filo, sé que lo que voy a hacer es una estupidez de la que me arrepentiré más tarde, pero ya no importa, me he vuelto loca.
Sin pensarlo dos veces hundo el cuchillo con todas mis fuerzas en la espalda de mi marido y éste se desploma sollozando mientras derrama algunas gotas de sangre, sin haber tenido suficiente lo vuelvo a apuñalar unas cuantas veces más y su acompañante empieza a gritar como si su vida dependiera de ello, así que me incorporo y tapo su boca con mi mano para callarla y acto seguido la apuñalo a ella también. Después de unos cuantos minutos ambos se encuentran muertos, no entiendo porqué lo he hecho, esta vez mi subconsciente ha ganado.
Aterrada tapo ambos cuerpos con una sabana blanca la cual no da muchos resultados puesto que esta se mancha al instante dejando ver la sangre a través de la tela. Acto seguido vuelvo a oír unos pasos, esta vez de mi hija y salgo de ahí para esconderme en el comedor, de lejos puedo observar como camina lenta y algo adormilada hacia la cocina y ya sé lo que va a pasar. Apenas entra y ve las sabanas noto como se le cae el alma a los pies, las levanta un poco para encontrarse con su peor pesadilla y me siento como mierda. La veo llorar como nunca había visto llorar a alguien. No sé el porqué, pero ella quería a su padre.
Entonces entro en la cocina y con un pañuelo que tengo en la mano logro adormecerla lo suficiente como para llevarla hacia su cuarto, es ahí donde la obligo a tomarse un jarabe para dormirla esperando que cuando despierte no recuerde nada, pero sin embargo poco antes de que surtiera efecto alcanzó a decirme unas palabras que nunca olvidaré:
"Oh madre, la sangre seguirá ahí cuando las sabanas sean lavadas".
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Sippy Cup (Melanie Martinez One Shot)
Short StoryOh madre, la sangre seguirá ahí cuando las sabanas sean lavadas.