Un Jueves por la mañana me despierto con ruidos lejanos a mi, escucho el sonido de un auto y varias personas hablando.
Me levanté de la cama y dirigí mis pies hacia la dirección de la puerta. Lo primero al aparecer ante mi vista es la imágen de mi secuestrador y su hijo mientras comían. Realicé un largo bostezo, y ellos se dieron cuenta de mi presencia.
--¿Por qué todo este escándalo a fuera de la "casa"?-- Pregunté realizando comillas con mis dedos.
-Nuevos vecinos- Respondió Matias mientras tomaba un poco de agua.
--Pero no se suponía que este era un lugar "solo" por así decirlo-- Dije.
-Se suponía. Pero las personas que vivían al lado se mudaron hace 7 años y ahora decidieron vender la casa-. Dijo Patch.
--Es increíble lo ingenuo que ustedes son, traer una persona secuestrada a un sitio con personas alrededor, sin estrategias, ¿Y si me busca la policía? Fácilmente irían a la cárcel--. Dije
-Yo no puedo hacer nada para evitar su mudanza, además ¿Querías que te maltratara o algo así?-. Soltó una carcajada. -Por favor Eli deja las tonterías y no intentes discutir por algo sin razón-.
--¡¿Sin razón?!--. Grité.--Quizás pida ayuda a esas personas para salir de esta estupidez--. Les dije con la mirada de manera desafiante.
-Nosotros hicimos un trato, y ni los vecinos ni nadie lo cambiarán- Patch se levantó de la mesa y me apuntó con el dedo -Si te quieres ir vete, pero te asegro Elizabeth ni la policía misma encontraría a Jhoana y Nina, Entiende por favor las únicas personas que te ayudaran a salir de aquí y encontrarlas somos nosotros dos-.
Quizás el tenía razón.
-Patch tranquilizate, era sólo una broma, ella no se refería a eso- Dijo su hijo mientras intentaba agarrarlo del brazo sutilmente.
-Elizabeth, estoy cansado de siempre hablar lo mismo, sé que lo que hice estuvo mal, pero tengo mis razones, en el momento donde la verdad salga a la luz te irás, pero por ahora cállate y deja de ser tan impertinente-. Gritó Patch.
Yo veía toda aquella escena con los ojos cristalizados, todo los dias eran las mismas discusiones, no era justo que yo sufriera tanto con la angustia a flor de piel. Quizás debía dejar de gritar y con mi silencio luchar.
Patch se sentó y terminó de comer.
Yo sólo me limité a caminar hacia afuera de la casa mientras veía el piso. Levanté la mirada y vi un señor entrando a una casa, la puerta de esta se abrió y salió un muchacho con un suéter de rayas mientras tenía un cachorro detrás de él.
No me importó nada de aquello y me sente en la grama, coloqué mis manos en la cara mientras mis lágrimas caian, la incertidumbre se apoderó de mi.
Escuché unos pasos hacia la dirección donde yo estaba sentada y una voz interrumpió aquel mar de lágrimas.
-¿Te sientes bien?- Escuché esa pregunta, quité mis manos de mi cara y lo vi.
Él chico con el suéter de rayas.
Ojos color azul, cabello rubio y piel clara, de mi misma edad o quizás un año mayor, todas aquellas características conformaban perfectamente a él.
Lamentablemente soy muy fácil de impresionar.
--Sí, sólo que me sentí un poco mal-- Respondí limpiando las lágrimas con las mangas de mí suéter.
Él extendió su mano para ayudarme a levantar de la grama. Y yo la acepté.
-Bueno ya veo que estés bien, un gusto conocerte, soy Alex-.
Quedé sin hablar por un momento, no sabia exactamente que decir.
-¿Tu...Nombre?-. Pregunto sonriendo incómodo.
--¿Nombre? ah si lo siento--. Reí. --Elizabeth, y por lo poco que alcancé a ver creo que somos vecinos--. Dije rápidamente tratando de eliminar toda la incomodidad presente.
-Sí, me mudé esta mañana a la casa de al lado-. Señaló el lugar. -Junto a mi padre y Lea-. Señaló a él perro que estaba a su lado.
--¿Y por qué se mudaron justo aquí?--. Pregunté principalmente para decirle a Patch.
-Mis padres se divorciaron, me tocó quedarme con mi padre y como esta casa le resultó de buen precio la compró-. Respondió.
--Lo siento, debió ser difícil mudarte de tú hogar y alejarte de ti mamá--. Dije recordando que a mi me sucedió lo mismo, a diferencia que yo fui obligada y raptada.
-Lo fué, pero no importa no tiene regreso atrás-. Dijo con la vista hacia el piso. -Y cuéntame vives con tú mamá, papá abuelo o algo así? - Preguntó mientras sonreia.
Me puse nerviosa, mi mente intentaba crear una respuesta convincente, se me había olvidado lo que Patch me dijo que respondiera a todo aquel que preguntara eso.
--Con mi papá y su hijo--. Miré el cielo. --Pero, soy adoptada--. Dije rápidamente.
Y así empezaron las mentiras.
-Pero...me imagino que fueron buenas personas y te cuidaron bien y te a...-.
--Me adoptaron hace tres años-- Dije sin siquiera dejarlo terminar de hablar.
Necesitaba cambiar el tema de conversión lo más rápido posible, esta situación se me iba escapando de las manos.
--Si necesitas hablar con alguien o caminar para conocer el entorno--. Sonreí incómoda. --Sólo buscame, ya sabes donde me encuentro-- Señalé la casa.
-Esta bien, bueno tengo que irme... No llores por cosas que no valen la pena, espero que estés bien y recuerda, no llores por aquellos que no aprecian tú sonrisa-. Dijo Alex.
No entendí que fué lo último en decir, era como si supiera lo que había pasado previamente pero me límite a no preguntarle.
--Lo tendré en mente, gracias por el consejo--. Le estiré la mano.
Él no me aceptó el gesto y me dio un abrazo de despedida.
-Hasta luego Elizabeth- Dijo mientras caminaba a su casa.
--Hasta luego Alex-- Susurré al despedirme de él.
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La Pared Del Estocolmo
Teen FictionElizabeth era una niña de 12 años, que fue sacada de sus fantasías al ser secuestrada. Su vida tuvo un giro inesperado al amar a alguien cercano a su secuestrador, además de darse cuenta que nuestra perfecta familia tenía un secreto oscuro detrás de...