I. Miyuki Kazuya

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La gente estaba expectante en las gradas. Esperando un último lanzamiento, del que era el pitcher de Yomiuri Giants. El catcher hizo unas cuantas señas a este, que poco después asintió tomando su postura para ejecutar dicho lanzamiento.
El sonido en el guante del catcher fue el anunciante de la victoria tras un “Buen lanzamiento.”

Una vez en los vestidores Miyuki cambio su ropa y guardo sus cosas dentro de la bolsa que siempre le acompañaba a cada partido. Y después de intercambiar algunas palabras con los demás miembros de su actual equipo se dispuso a retirarse.

Revisó una vez más su teléfono comprobando la dirección que le habían indicado. Kuramochi por alguna razón le había pedido recoger a su hijo ya que esa misma tarde el tendría un importante partido, por consiguiente no podría ir por el niño.

Manejo hasta el lugar, una guardería donde al parecer estaba encargado el niño. Ryouji, vaya que el pequeño a veces podía tener peor carácter que el de sus padres. Era algún tipo de fusión entre ellos. Algo difícil de manejar pero no imposible. Para Kazuya no había alguno.

Kazuya se encontraba frente a la puerta de la guardería, no sabía que hacer, ¿Debía pasar dentro o esperar afuera? Pero hubo algo que llamó su atención de inmediato. Una risa escandalosa se hizo presente y al parecer estaba bastante cerca.

Camino a la parte trasera de la guardería y ahí estaba. La persona que había soltado tal carcajada se encontraba ahí mismo.

-Sawamura... -Kazuya murmuró al instante en que vio a aquel chico de quien no había tenido noticias en un buen tiempo. Siguió observando hasta que tocaron su hombro y este volteo de inmediato.

-¿Quién eres? -Un castaño llegó cargando consigo unas sábanas. Parecía confundido de ver a alguien ahí, más que aún faltaba un poco para la salida de los pequeños.- Acaso... ¿Eres el acosador? -Le interrogó nuevamente, esta vez acercándose un poco a examinarlo con sumo cuidado.

-Hahaha -Miyuki no pudo con esa última pregunta.- Vine por alguien y me he perdido un poco -Mencionó.

-¡Ah! ¡Que alivio! -El castaño sonrió a Kazuya.- ¿A quien buscas entonces?

Miyuki no supo si debía decirle a quien estaba buscando. Es decir, si le dijera el nombre, ¿Sabría donde se encontraba?

-Ryouji Kura... -No terminó de hablar cuando noto a otra persona detrás del castaño. Un chico de lentes que parecía tener un aura amenazante en ese momento.

-Mi~sa~ki -Canturreo el joven de lentes haciendo que el castaño volteara y le soltara un golpe en el brazo seguido de un “¡Deja de llamarme así Saru!” De inmediato aquel chico fijo su atención en Kazuya que les observaba un tanto nervioso. Misaki recordó entonces el nombre del chico por el que había preguntado y enseguida pidió la ayuda de su acompañante.

-¡Hey Saru! Él -Dijo señalando a Miyuki.- Esta buscando a Ryouji Kura..

-Esta en la clase de Sawamura -Contesto de inmediato. Miyuki le miro extrañado.- Ryouji Kuramochi, ¿Cierto? -Kazuya asintió.- No tardan en salir, hoy están fuera jugando un poco.

-Bien, puedes ir con Eijun ya que aún no es la hora de salida -Sugirió el castaño antes de ser arrastrado por el otro chico.

Kazuya se iba a retirar. Esa fue su idea hasta que una voz bastante conocida para el mencionó su nombre.

-¡Miyuki Kazuya! -El grito se escuchó lo bastante fuerte y claro. Miyuki volteo y se encontró con el pequeño Ryouji.- ¡Tenemos un duelo pendiente! -Le dijo dejando a Miyuki helado.

Aquel chiquillo no sabía aceptar que nunca ganaría. Era obvio, después de todo sólo era un niño. Uno al que le encantaba jugar béisbol más que nada en el mundo, o bueno, al menos eso estaba en primer lugar, el segundo lo ocupaba su consola.

-¿Ah? ¿Será que al fin podrás ganarme Ryouji?

Ryouji hizo un puchero cruzándose de brazos. Esa acción hizo sonreír a Kazuya. Entonces aquella voz que le hizo ir a ese mismo lugar donde se encontraba se hizo presente de nuevo.

-¡Ryouji! No desaparezcas de pronto -Le reclamo- Tus padres me matarían si se enteraran -Eso último parecía decirlo con cierto miedo. Y es que, después de tanto conocer a Kuramochi no dudaba que le golpearia, seguramente.

-¡Ja! ¡No molestes Sawamura! -Ryouji optó una posición bastante engreída.

-¡Sawamura Senpai!

-Tan molesto como siempre Sawamura Senpai. -Le crítico el menor haciendo que Eijun se molestara.

-Vuelve con los demás o no podrás jugar por lo que queda de la clase. -Sawamura le apunto.- Que mal, pensaba traer algunos juegos...

-Sawamura Senpai todo es culpa del tonto catcher Mi...

Ryouji ni siquiera pudo terminar de hablar, pues justo cuando iba a hacerlo se vio interrumpido.

-¡Miyuki Kazuya! -Eijun señaló al de lentes, parecía estar sorprendido de verlo. Y lo estaba, porque tenía bastante tiempo que no le veía.

-Sawamura -Miyuki en ese momento recordó varias cosas. Como la primera vez que había visto a Eijun, jamás podría olvidarlo, después de todo era un gran pitcher, estaba consiente de ello. Siempre lo estuvo, y aunque no eran batería más seguía queriendo atrapar aquellos lanzamientos raros que solo Sawamura podía hacer. Y claro, mismos que le hacían sentir emoción cada que subía este al montículo.- Ahora ¿Haces de niñera? O... ¿Ellos te cuidan a ti?

-¡Idiota! -Grito el castaño acercándose a Miyuki.- ¿Qué haces aquí?

-Estoy aquí para recoger a Ryouji.

-¿De que hablas? ¿Porque tengo que ir contigo?

-Tus padres estarán demasiado ocupados hoy con un juego importante.

-Ryouji regresa con los demás al salón. -Indico Sawamura.- ¿Como supiste que estábamos en el patio?

Miyuki de inmediato pensó en aquellos dos chicos con quienes se había topado.

-¡Eres demasiado escandaloso! -Miyuki sonrió.- No has cambiado nada... Te escuche cuando llegué aquí.

-Tu sigues siendo igual de odioso que antes -Murmuro.

-¿Eh? No te escucho, ¿Puedes repetir eso último? -Miyuki colocó una mano en su oreja.

-¡Olvidalo!

El tiempo pasó más rápido de lo que habría esperado Miyuki. Pues, cuando menos se lo espero ya habían dado el toque de salida. Y tal vez, no se había percatado por estar molestando a Sawamura como antes solía hacerlo.

Estuvo un tiempo dentro de aquel salón donde estaba Eijun, hubo una pregunta que llegó a la cabeza de Kazuya, sin embargo no la hizo. Y así, salió de aquella habitación junto a un pequeño niño.

No fue si no, hasta que Ryouji lo saco de sus pensamientos que cayó en la cuenta que debía irse. Ni siquiera había tenido la oportunidad de hablar con Sawamura, al menos de una buena forma. Pero se conformaba con haberlo visto después de tanto tiempo.

(...)




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⏰ Última actualización: Oct 01, 2016 ⏰

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