Es el síndrome del campamento de verano. El mejor verano de tu vida piensas.
Vuelves a casa y te tiras todo el año pensando en el próximo campamento. En volver a repetir todo mejor, entonces llegas y todo ha cambiado. Los monitores, las chicas, tus colegas están raros, son extraños ya.
Y caes. Los mejores años fueron esos... los mejores.... Y nunca se van a repetir.