M o o n.

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Un hombre llegó un día a un cementerio, era un cementerio bonito y aunque suene raro, se sentía un ambiente agradable. El hombre pasaba por las lápidas y entre más las veía, más se quedaba sorprendido. Cada lápida traía con ella el tiempo que había vivido la persona y ninguno pasó de diez minutos; El hombre con apariencia de clase alta, se sintió desesperado al notar que todos habían muerto muy rápido, fue y le preguntó al barrendero: "Disculpe, señor, ¿Qué clase de cementerio es éste? Aquí todos mueren muy prematuramente" El hombre, viejo, respondió mientras reía un poco: "Tranquilo, señor, no se altere, venga le explico: Hace muchos años vino un sabio que nos cambió la forma de pensar; En realidad esas personas vivieron muchos años, pero el sabio nos cambió esa percepción, dijo que en realidad la persona solamente vive cuando está feliz, ya que la felicidad no consiste en ser sino en estar, y éstas personas en toda su vida solo lograron estar felices unos cuantos minutos y si usted, señor, no ha sido feliz, déjeme decirle que lamentablemente usted está más muerto que éstas mismas personas".