Capitulo 9

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Habían pasado 6 meses desde que Jin  pisó Italia por primera vez y desde el primer día trató de vivir una vida normal. No le fue muy difícil, ser rico y bien educado le ayudó a encontrar un lugar donde quedarse y un trabajo decente. Todavía seguía en contacto con sus padres aunque NamJoon era la única persona que sabía dónde estaba en realidad.

El mayor se había sorprendido al enterarse de su partida, lo visitó una vez y le ofreció su ayuda con todas las cosas que necesitaban ser atendidas en Corea, y con su ayuda Jib  pudo arreglar todo sin ningún problema. La última vez que habló con NamJoon éste le mencionó a un chico con el que estaba saliendo, le gustaba molestarlo diciéndole que su nueva pareja era más linda que él, Jin  sólo respondía con risas. Estaba muy feliz por NamJoon, al menos uno de los dos tuvo un final feliz.

Que actuara normal no significaba que era feliz. Estaba solo, es cierto que ahora podía sonreír pero eso sólo era en apariencia, porque por dentro todavía estaba muy herido. Evitó saber cualquier noticia relacionada con JungKook aunque a veces se preguntaba si se había casado con la enfermera. Fijó la mirada en el anillo que llevaba en su dedo, era el único recuerdo de que JungKook había sido suyo una vez.

Suspiró y cerró los ojos, otro día había terminado pero la nostalgia y el dolor los sentía como lo había hecho el día anterior y los días pasados.

Por una extraña razón JungKook sintió que necesitaba salir a caminar, estaba afligido por extrañar tanto a Jin. Tan pronto recuperó la memoria se deshizo de So Min. La muchacha había enfurecido y lo había cacheteado, no es que a él le importara. La había usado y sabía que merecía la cachetada, no una, sino millones.

Se encontró frente a una juguetería, un Mario Bros de peluche en la vitrina captó su atención, por alguna extraña razón que no podía entender le recordó a  Jin.

Se le hacía muy duro estar rodeado de cosas que le recordaban al mayor, que hacían que extrañara a su esposo aún más, pero a pesar de eso, no podía vivir sin ellas. Las memorias de ellos juntos lo mantenían cuerdo, no se esforzaba ni un poco en seguir con su vida porque sabía que simplemente no podía. Nunca se olvidaría de Jin, no ahora, no ni en un millón de años.

Estaba dentro de su carro cuando vio una figura familiar salir de un carro negro. Era NamJoon, Vio como el mayor daba la vuelta para ir al lado del pasajero de su carro. El corazón de JungKook latía sin parar, extrañaba tanto a Jin  que verlo por unos segundos le bastaría.

Todas sus esperanzas de volver a ver al mayor desaparecieron de inmediato cuando vio a la persona que bajó del auto. No era Jin. La furia invadió su ser opacando cualquier otro sentimiento cuando vio que NamJoon rodeaba la cintura de la otra persona y la miraba con amor. No había dejado ir a Jin  solo para que el otro lo engañara.

Bajó de su auto y cerró la puerta de un golpe. Se acercó rápidamente a NamJoon y antes de que el otro pudiera reaccionar JungKook le dio un fuerte puñetazo en la cara. Estaba tan molesto que sus reflejos actuaron más rápido que su cerebro. Sujetó al mayor por el cuello sin importar que el otro fuera más fuerte que él.

La pareja de NamJoon gritó y pidió ayuda a las personas a su alrededor para que los separaran.

— ¡La puta madre, NanJoon! ¿Cómo puedes engañar Jin? ¡¿Cómo?! — maldijo JungKook, sus ojos en llamas por la ira ignorando el dolor de sus nudillos por el impacto.

Nam se limpió la sangre de su labio con tranquilidad mirando a JungKook amenazadoramente. —Mis asuntos no son de tu incumbencia — le dijo.

JungKook sintió cómo lo separaban de NamJoon pero se sujetó fuertemente al cuello del otro empujándolo contra su propio carro.

Una Mentira Innecesaria |•| KookJin |•| 《Terminada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora