Arcoíris brillantes en los días nublados

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El alma de una persona puede conocer mejor las ideas porque las recuerda, ya que las conoció antes de unirse al cuerpo. Al acto de recordar Platón lo llamó Reminiscencia.

"¿Recuerdas la primera vez que nos vimos?"

"Sí, me dijiste que me conocías de una vida pasada". Sonrió.

"Y tú me dijiste que estaba loco y que la reencarnación era un cuento tan cliché como Dios".

"Como olvidarlo, aquella vez dijiste que me llamaba Ren".

"Pues es que así te llamabas en la anterior vida, por eso seguí llamándote así"

"Era primavera ¿recuerdas?, habían rechazado mi proyecto".

"Por supuesto, te propuse un poco de música para celebrar tu fracaso, sonreíste con sarcasmo y supe que serías el amor de mi vida"

Entonces Minki lloró.

– Lo siento mi amor, lo siento por haber tardado en reconocerlo, ahora amor mío dime ¿Qué pasó en tu otra vida? ¿También sucedió todo así?

Ya no pudo soportarlo más, no pudo estar más tiempo ahí, sentía que todos a su alrededor lo presionaban, le quitaban el aire, se sentía fatigado, no quería más abrazos, no quería más llanto, no quería más murmureos. Todos murmuraban, nadie cerraba su boca, nadie tenía respeto. Un pecho dolía, pero no les preocupaba el dolor que llevaban en el alma era aún más fuerte. Se sentía incompleto, vacío, solo, su rayo de luz ya no estaba a su lado, su razón de vivir se había alejado y lo que era aún peor, él había tenido la culpa de todo.

Por favor mi amor, dame una oportunidad para enmendar mi error, dame una oportunidad para salvar una vida, dame una oportunidad más para amarte.

Lo último que vio fue una arcoíris en una tarde lluviosa.

Sentía el sol colarse por la ventana, sus ojos luchaban por mantenerse cerrados, no quería despertar, tenía miedo de despertar, todo se había sentido tan real, que tenía miedo de descubrir si había sido real o no. Pero entonces una suave melodía hizo a su corazón latir fuerte, las conocidas notas de piano lo hicieron sentir en casa, fuerte y sobretodo vivo.

Fue abriendo los ojos lentamente disfrutando de la melodía, seguía en conteo en su mente, sentía la primavera llegar tras esas notas, podía sentir la suave y cálida brisa, pero no oía nada más, solo melodía, su corazón volvió a agitarse pero esta vez de temor, temor de que esa melodía sea producto de su imaginación, temor de que aquella melodía no sea más que la reproducción de un audio en su teléfono, no quería enfrentarse a días grises, no quería volver a vivir el oscuro otoño, no quería sentirse vacío, no quería sentirse solo, no quería quedarse con el recuerdo del amor; entonces el sonido se detuvo y minutos después sintió una presencia en la puerta de su habitación.

– ¿Es que no piensas despertar, lotus?

Esa voz, esa voz la reconocía, era él, no podía ser producto de su imaginación lo sentía ahí, lo escuchaba cerca de él, no estaba solo, se volvía a sentir amado, ese apodo lo hacía sentir cercano al amor.

– No lo sé, esta calentito aquí, no tengo razón por la cual salir de aquí, lo siento señor, si sigue aquí tendrá problemas con mi novio, ese apodo no se lo permito.

– Pues dile a tu alto, fornido y muy apuesto novio que aquí lo espero, necesita sacar a una florecilla de su capullo, tiene un trabajo al que ir y un desayuno que preparar.

Minki sonrió, pues sí, solo había sido un sueño, sentía ya su día ser cómodo y sencillo, con él a su alrededor era todo más sencillo.

– ¡Alto ahí, señor mío!

Rainbow of Love {NU'EST - JREN}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora