Reencuentros

37 1 0
                                    

-Me llamo David, es un gusto conocerte -

Al tocar su mano con la mia, no pude evitar estremecerme; su tacto era completamente cálido e incluso puedo jurar que le sudaba la mano.
Y cuando sonrió... siento que algo en mi interior se derrumba.

Lo cual para ser sinceros era desagradable; pero eso no quitaba el hecho de que me habia hecho estremecer, asi que retire la mano lo mas rápidamente que pude.

-Creo que es un gusto- me encojo de hombros.

-¿crees?-

Volteo los ojos.

-Discúlpala David, ella suele ser así con todo el mundo trata de tenerle paciencia-

Tuerzo la boca y lo miro con indiferencia, aunque Verde sea mi profesor favorito nunca me ha conocido realmente, puede que sea la persona mas cercana a mi: exceptuando a Mauricio claro, pero eso no quita el hecho de que sí llego a confiar más en él en algún momento me decepcionará o me hará pasar un mal momento.
Quiero evitarme situaciones desagradables.

-Si haces lo que te digo y aprendes rápido no vas a tener inconvenientes conmigo. Y sí, creo que es un gusto por que aún no te conozco y para ser sincera la impresión de "me entrometo en cosas que no me incumben y trato de arreglar todo" que me diste hace una hora no fue muy agradable que digamos-

¿Qué? No me importa lo que crean de mi, fue lo primero que pensé.... y lo dije por que quise.

Sin embargo su reacción fue diferente a lo que esperaba. Realmente parecía que lo había herido con mi comentario.

-Yo ... yo solo trataba de evitar que hicieran el ridículo o algo parecido, conozco a Tiffany desde que tengo memoria y se como es ella: no era necesario que me dijeras eso-

Baja la mirada.
Y yo me siento como bicho aplastado. ¿tendré que disculparme o algo parecido?
Demonios.

-Yo...-

Para mi buena o mala suerte justo en ese momento tocaron la puerta del salón.
Como era lógico, eran mas personas desagradables viniendo a tomar su clase.

-Muy bien... Entonces ya sabe todo el proceso para las tutorías señorita. Necesito que vaya a la oficina de el director para que le den los días y las horas necesarias, supongo que querrá hacer las tutorías aquí ¿No es así?-
A veces me impresionaba lo mucho que cambiaba Verde cuando había mas estudiantes al rededor, pero era lógico. Él era mi profesor y como tal debía actuar.

-Mm si, ya sabe que vivo lejos y no creo que él quiera ir tan lejos.-

Lo veo de reojo.
Y siento su mirada.

-No me molestaría en absoluto- Me mira fijamente 

¿Es enserio?

-No sabes lo que dices, en realidad vivo muy lejos-

-¿Pueden discutir eso después por favor? tengo que dar inicio a mi clase-
Verde me mira con esos ojos fríos que me encantan, que encantan a cualquiera. Y se que habla enserio por que es igual a mi en el  aspecto de que cuando se trata de las matemáticas todo lo demás importa un bledo.

Así que salí de su salón si decir una sola palabra, había tardado mucho y como no traía mi cuaderno de biología tendría que ir a mi casillero de nuevo así que llegaría mas tarde que nunca.
Lo mejor era no entrar.

Iba a sacar mis audífonos  de nuevo cuando una mano se puso sobre mi hombro.

-Oye! ¿siempre eres así de distraída y enojona? -

Regla número 1:
Jamás, ni por un maldito error.
JAMÁS! Me llamen enojona.

- ¿A ti que te importa?-

Entre paredes y lagrimas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora