Tú, aislado del mundo, reflejas una pena idealizada.
Me hiciste creer que me necesitabas cuando en verdad, sólo querías utilizarme.
Y ahora qué hago yo, si ya has destrozado todos mis esquemas, me has roto.
Lo único que has hecho es llenar mi mente con la basura de cada una de tus palabras,
y sí, porque pensaba estar atada a ti.
Me volví adicta a tus mentiras, a tus costumbres , pero eran tóxicas...
Ahora sólo confío en que te des cuenta algún día de que tu realidad y la mía nunca han ido de la mano,
o por lo menos ahora...
Y no, no me mires con esos ojos llenos de oscuridad ,
que sólo veo una inmensidad de verdades manipuladas.
Quiéreme.
Déjame ir.