«No es verdad...»

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―Es verdad lo de tus hermanos, ellos-

―Lo sabía... ¡JA! ¡LO SABÍA! ―el chico interrumpió a su madre, empezó a reirse, y se rascaba la nariz con su dedo índice alegremente― ¡Encima caí en la maldita broma! ¡Me hicieron llorar por nada! A que soy imbécil... Ya, mamá ¿Dónde están esos cinco?

―Déjame terminar. ―ella suspiró, acariciando la mejilla de su hijo― Es verdad que tenías hermanos, alguna vez los tuviste, sí. Pero... eso fue antes de que nacieras.

―¿Eh? ―el de vestimenta roja ladeó la cabeza― ¿Qué estás diciendo, mamá?

Matsuyo comenzó a llorar, las lágrimas caían una tras otra de sus ojos. A Osomatsu se le borró la sonrisa por completo, le partía el corazón ver a su madre llorar, como a cualquier persona, por lo que sabía que lo que estaba a punto de contarle, no podía ser juego.

―¿Mamá...?

―Tú y tus hermanos... Iban a ser sextillizos, seis pequeños bebés, lindos e inseparables, pero... ―los sollozos hacían difícil para ella poder hablar, pero siguió contando, como pudo― Fue... un aborto natural. El doctor dijo que ocurrió porque, como madre primeriza... mi cuerpo no pudo resistir a los seis... Tú sobreviviste porque eras el mayor y el que estaba más desarrollado...

Osomatsu quedó en silencio, procesando la información. Su padre estaba mirando desde la puerta, también con lágrimas en sus ojos.

«No... No es verdad...»

«Ellos sí nacieron...»

«Crecimos juntos... ¿Por qué dices eso...?»

Tus hermanos... están muertos, hijo... perdón... perdóname ―su madre seguía llorando, y lo abrazó, a lo que Osomatsu correspondió rápidamente.

―Podemos ir a verlos si quieres... ―dijo su padre, poniendole una mano en su hombro.

―¿Verlos?

***

Y ahí estaba el de sudadera roja, parado en frente de una tumba que tenía grabado "Quintillizos Matsuno" en su lápida. No podía creer lo que estaba viendo, no quería creer que sus hermanos nunca nacieron, que estaban muertos.

―Los enterramos a los cinco en un mismo ataúd ―comentó el padre―, porque sabemos que tienen que estar juntos...

―¿Pero qué... qué es esto? ¿Por qué ellos...? ―no terminó de hablar, sólo se arrodilló en frente de la tumba, sin reaccionar a nada, durante minutos.

¿Qué demonios era todo aquello? ¿Por qué estaban muertos? ¿Dónde estaba? ¿En otra dimensión? ¿Otra realidad?... Si era así, él deseaba con todas sus fuerzas volver de nuevo con sus hermanos, y por primera vez en años, decirles que los quería y que se alegraba de que estuvieran con él.

Pero es imposible ahora...

Se levantó, ya cuando se encontraba calmado, y se sacudió el polvo. No, no lo quería creer, era mentira, no estaba pasando, eso era a lo que se aferraba.

―No es verdad... ―su padre lo tomó de hombro, pero Osomatsu quitó su mano al instante― ¡NO ES VERDAD! NO... no puede ser...

Sus madre volvió a romper en llanto, mirando a su hijo, para después cubrirse la cara con ambas manos.

―E-Es que, si es verdad que ellos jamás nacieron, entonces ¡¿Por qué tengo estos recuerdos en mi memoria?! Recuerdos en los que estoy con ellos... en los que crecimos juntos... nuestras travesuras... nuestras peleas...―señaló la lápida― SI ES QUE ESTO ES VERDAD, ¿ENTONCES POR QUÉ YO SÍ LOS RECUERDO?

―¿Los... recuerdas? ―preguntó su madre desconcertada― Dios, hijo...

―Osomatsu... ¿qué te está pasando? ―el padre suspiró― ... Habrá que... llevarte a un psicólogo...

―Ustedes... ―el chico hablaba en voz fría― ¿Creen que estoy loco?

―No... Claro que no, hijo... es sólo una revisi-

―NO ME JODAN ―volvió a gritar― ¿"UNA REVISIÓN"? ¿A QUIÉN CREEN QUE ENGAÑAN? ¡USTEDES ME CREEN LOCO SÓLO PORQUE SÉ QUE ELLOS SÍ ESTUVIERON CONMIGO!

Osomatsu lloraba de la rabia, rabia de saber que nadie lo comprendía, que nadie sabía lo que estaba pasando, de que todos decían que ellos no existían. Le llenaba de rabia.

―¡USTEDES SON LOS QUE NO SABEN! ¡USTEDES SON LOS QUE ESTÁN MAL! ―la voz se le apagaba, los sollozos no lo dejaban hablar.

Su madre corrió hacia él, y lo abrazó con todas sus fuerzas. No quería dejar a su hijo solo en esto, ella creía que necesitaba ayuda, pero Osomatsu sabía muy bien lo que vivió con sus hermanos, no estaba loco.

―Ustedes... no saben... ―dijo el chico entre sollozos, dejando que su madre lo acogiera en sus brazos.

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Hey *-*

Dije que subiría este cap el mismo día que el anterior, pero hubo problemas con mi celular y no pude, PERDÓN (๑•́ ₃ •̀๑)... Pero aquí se los traje, mejor tarde que nunca xD ¿Qué les pareció?

¿Estará Osomatsu... loco? ¡Averigüelo en el siguiente capítulo final de "Hijo único"! *inserte voz de presentador*

Ok ya xD síp, el siguiente cap será el final, ¿Cómo lo esperan? :3

―Anny

Hijo único [Osomatsu-san]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora