Cuenta la leyenda que hace muchos años, monstruos y humanos habitaban la superficie y cooperaban unos con otros. Pero un día se desató una guerra entre ambos por el control de la superficie. Los humanos siempre tuvieron la ventaja y al momento de la rendición de los monstruos, los humanos los encerraron dentro del monte Ebott bajo un hechizo, el cual solo un alma fuerte puede atravesar. Nunca se especificaron las razones, pero solo las almas humanas podían atravesar aquel portal sin ningún problema. Claro que no todos los humanos estaban conformes con la decisión de encerrar a los monstruos, un par de humanos se quedaron con ellos y habitaron lo que llamarían hogar. Ambos humanos, traidores de su patria fueron borrados de los anales de la historia y ya no se puede encontrar información de ellos en ningún lado.
Claro, esa es una historia muy famosa en nuestro pueblo, se podría decir que es parte de nuestro legado cultural, aunque yo no creo en magia ni nada por el estilo. Diría que lo único real de aquella historia es que el Monte Ebott existe realmente, si, es el monte que corta nuestras conexiones con el resto de civilización. Nuestro pueblo se ubica en medio de un valle, el Monte Ebott, como ya mencioné, corta nuestro paso hacia la ciudad y el resto de las personas, aunque últimamente han estado trabajando en una carretera para volver a conectarnos con el resto de las personas.
La vida por aquí es bastante simple, aunque no por ello vivimos mal. Tenemos tecnología suficiente concorde a la fecha. Claro, si solo son los 80s, no puede haber tanto... ¿cierto?
Asistimos a la escuela, en casa hay electricidad, no nos falta nada más que comunicación con el resto de las personas.
Bueno, aún no me he presentado... Bueno, eso no importa mucho la verdad.
Como he dicho antes, la vida es bantante simple por aquí. Vivo con mi madre y mis tíos en su casa, aunque mamá se encuentra enferma en estos momentos. Mis tios dicen que no debo preocuparme, ella va a mejorar pronto. Me lo prometieron.
En la escuela me va bastante bien, aunque en hacer amigos no tanto. Mis compañeros de clase se burlan de mí por tener el cabello blanco... pero no importa, no me preocupa la verdad... Si se lo dijera a mamá lo más probable es que se enfadaría y viendo su estado actual no me gustaría molestarla.
Bueno... como iba contando... me gustan las ciencias, he trabajado en un medicamento para mamá, con mis conocimientos tal vez pueda hacer algo para ayudarla. En la biblioteca del pueblo he buscado libros con conocimientos medicinales, pero he encontrado un libro bastante viejo que dice contener recetas de hechizos. Pfff, qué ridiculez. Soy un niño pero no creo en esas cosas. La magia y los monstruos son irreales, no sé por qué el resto de mis compañeros de clase se creen esa historia de la Gran Guerra por la superficie.
Hoy en clases ha ocurrido otra vez lo mismo. Desde que mamá enfermó me dicen que seré un niño huérfano y que mis tíos me irán a dejar al bosque para que viva con los animales... Pero la verdad es que intento que no me moleste... De echo no me importa hacer amigos. Mientras tenga a mi familia conmigo nada importará.
A veces salgo en busca de plantas medicinales para poder fabricar un medicamento para mamá. Me adentro bastante en el bosque para encontrar plantas más eficaces según los libros. Antes salía con mamá a buscar plantas, ella me enseñaba la funcionalidad de cada una y cómo podía usarlas en medicamentos o incluso en la cocina. Ahora salgo solo, pero no importa, sé reconocer entre las plantas venenosas y las que no lo son. A veces cuando me aburro me gusta crear pequeños puzzles para divertirme. Me gusta tomar cuerdas y amarrarlas a pequeños troncos, ramas y demases para hacer pequeños mecanismos.
Hoy durante mi busqueda de plantas he encontrado una planta que nunca había visto antes. Es una pequeña flor de pétalos dorados. Al momento de tomarla me percaté de que habían más. El doctor del pueblo me podría ayudar con este nuevo descubrimiento, pero una muestra no puede ser suficiente, tomaré la mayor cantidad que pueda.
Y así es como recogía y recogía flores, sentía que cada vez me alejaba más del pueblo y de mi camino habitual. Las flores parecían estar exactamente colocadas para marcar un camino. Caminé unos 15 minutos siguiendo las flores hasta que me llevaron a una cueva que nunca había visto.
La cueva era atemorizante, pero... no hay problema... los monstruos no existen...
Caminé hacia la boca de la cueva.
-¿¡Hola!?- Grité hacia adentro, pero no hubo respuesta.
Todavía era temprano, la cueva era atemorizante pero tenía buena iluminación. A nadie le importaría si me perdiera unos minutos.
Entré a la cueva, no parecía tener nada fuera de lo común. Camine un poco dentro de la cueva, dentro habían unas cuantas flores doradas como afuera. Las seguí un poco más, luego decidí volver, pero algo resonaba más adentro.
- S-solo.... un pequeño vistazo no hará mal. ¿no?
Seguí el sonido, tuve un poco de miedo. Caminé unos minutos y me encontré con un agujero en la cueva, vi dentro del agujero, parecía un abismo sin fin. Pero no sería buena idea investigarlo, quizás, si iba a buscar la ayuda de alguien.
Me di la vuelta, pero me enredé con unas ramas que habían en el piso. Perdí el control y caí al agujero.
Debo admitir que mientras iba cayendo, sentí mi corta vida pasar frente a mis ojos. Pero mientras caía, ramas se atascaban en mi ropa, lo que amortiguaba mi caída, pero mi cuerpo resultaba herido.
Creo que perdí la conciencia durante la caída...
- Oye...- Oí una voz cerca mío...- ¿Te encuentras bien?
- Tori... creo que deberíamos dejarlo ahí... quién sabe qué puede ser - Otras voz hablaba.
- Pero Felpudo, puede estar herido
- N-no me llames así, sabes que soy el Príncipe Asgore.
Intenté ver quién estaba hablando. Abrí los ojos, me encontraba tendido sobre una cama de flores doradas. Subí la mirada y frente a mí se encontraban dos.... ¿monstruos?...
-AAAHHH- Salté y grité del susto.
-Oh, despertó- Dijo la.... ¿chica-cabra?
- Hmmm... bueno, no está muerto- Dijo el chico-cabra -Oye, ¿te encuentras bien? ¿Qué clase de monstruo eres?
- Y-yo... no soy.... ustedes...- Respondí atemorizado...
-¿Nosotros?- Respondieron ambos al unísono.
- Ustedes son los monstruos aquí... ¿o no?- Dije
- ¿No es eso algo obvio, niño?- Respondió el chico...- Pero tú ¿qué eres?
- Yo... soy un humano, claro.
-¿Un... humano?- Dijo la chica.
- Hmmm... creo que... he escuchado sobre ustedes en los libros antiguos del castillo. Ustedes son los causantes de la Gran Guerra ¿no?
- Bueno... eso creo...- Respondí y tras esto una gran roca cae cerca nuestro.
- Vamos, levántate, éste lugar se desmorona en pedazos. No es seguro para hablar. - Estira su brazo para levantarme, yo lo acepto... es bastante peludo....- Por cierto, soy Asgore, príncipe de este reino en ruinas. Ella es Toriel, una amiga- apunta a la chica- ... es bastante molesta a veces, pero me agrada.
- Me casaré con Felpudo cuando sea mayor- Dice Toriel en tono inocente.
-Cállate- Dije Asgore y se sonroja....- Además yo tengo 13 y tú 10, eres muy menor para mí...
Suelto unas risas... creo que nunca había visto una situación así antes.
- ¿Y tu quién eres, chico extraño de cabello blanco?- Pregunta Toriel
- ¿Yo?.... Mi nombre es Winston.... Winston Dickens Gaster... Un placer conocerlos, Toriel y Príncipe Felpudo- Sonrío
- ¡Oye!- Se queja Asgore, Toriel se ríe.
- Príncipe Felpudo- Ríe Toriel- No había pensado en esa antes. Eres bastante bueno con los chistes Winston.
Esto... es raro... nunca había contado un chiste antes... y mucho menos hablar con un monstruo... pero siento... que la verdad no importa...
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Historias de UnderGround
FantasyExiste un viejo dicho: "Si no puedes contra ellos, únete" Y eso es exactamente lo que me ha pasado con el Fandom de Undertale... Todos... con sus universos alternos, historias sin sentido, aunque no todas... pero la mayoría lo son.... Pues yo tam...