04/12/2013
País: Venezuela Estado: Carabobo
Ciudad: Valencia, San Diego
El día comenzó lo más cotidiano posible, me levante algo tarde, desayune en cuanto pude. Me aburre lo cotidiano, de hecho no lo tolero, a menos de que este mi amigo el internet cerca. Pero si no lo está lo aburro todo, hasta lo más mínimo. Cosa que me hizo indagar un rato sentada en el sofá de la sala principal. Así que decidí proponerle una idea a mi hermano mayor, Enrique. Me dirijo hasta su cuarto y enseguida le participe mi inquietud.
― Oye, ¿Qué tal si hoy llevamos de paseo a nuestras perras cuando regreses de tu trabajo?― Dije a mi hermano, no quería tener un día tan aburrido para comenzar las vacaciones decembrinas.
― Bueno mocosa, lo haremos solo si llego a tiempo para sacarlas― Dijo sonriéndome mi hermano mayor. Después de esto se dio la media vuelta y salió al trabajo.
Nuestra familia tiene de mascotas tres perritas muy saludables y tiernas, las cuales son; Lucky, una cachorra de aproximadamente un año que mi hermano rescato de un accidente, que no tiene pedigree ya que simplemente nos la encontramos abandonada y confundida en medio de la carretera. Grace, la más grande y vieja de todas, de unos siete vigorosos años es una weimaraner que a pesar de su larga edad sigue siendo algo cachorra por su hiperactividad, mi hermano la compro para toda la familia. Y por último, Brandy, mi perrita, de raza Beagle, mis padres me la compraron cachorra hace unos cinco años de regalo de navidad y cumpleaños. Ella a diferencia de las demás no vino tan saludable, de hecho casi muere en el intento de salvarla, ya que no solo tenía una enfermedad si no varias a la vez. Cuestión que la tenía bien delicada, con el tiempo ella se recuperó y no volvió a tener ninguna de estas enfermedades pero, si hubo consecuencias en ella, hizo que se volviera más obesa de lo normal, si la pudieses ver en este momento, pensarías que está embarazada de lo obesa que esta. Y no solo eso, si no que también cambio algo de su actitud, si la conocieses pensarías que es un gato en forma de perro, ya que no te hace mucho caso a menos de que tengas comida o algo que le interese olfatear.
Después de esto, fui a la oficina de trabajo de mis padres y sí, su área de trabajo se ubica en una habitación más de mi casa. Abrí mi laptop y empecé a distraerme con Tumblr, y de último con Facebook. Mientras vagaba en páginas web, recordé que hoy había hecho planes en la tarde para ir al cine con algunos amigos a ver la continuación de unas de las trilogías más buscadas por jóvenes adolescentes de hoy en día, Los Juegos del Hambre. Y su continuación En Llamas. De repente mi madre Alicia, interrumpe todos mis pensamientos.
―Deberías ordenar tu habitación, desde ayer esta desastrosa.― Dice algo indignada porque no he hecho nada al respecto.
―Ay mama, ahorita voy…― Dije suplicante antes de levantarme, ya que quería comunicarme con mis amigos a ver si era confirmado lo de esta tarde.
―Ahora mismo.― Dijo algo severa
No me tocaba de otra, tenía que hacer caso si pretendía salir esta tarde. Subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto, este espacioso y grande a mi parecer no tenía gran cosa en desarreglo, pero mi madre es lo suficiente perfeccionista como para decir que parece uno de esos ranchos de Caracas que tienen DIRECTV quien sabe cómo montado.
Visualice un papel tirado en el medio de la habitación, lo levanto y observo con detenimiento, es una hoja de examen de mi instituto que tiene de título un poquito más grande de lo normal; MATEMATICAS, luego veo la esquina de arriba para recordar mi calificación, tres, saque tres. Recuerdo el momento en cuanto me lo entregaron y me indigno completamente. La ira me consumió un poco, porque recuerdo la tarde anterior al examen claramente, estaba estudiando como si no hubiese un mañana. Mientras que otras de mis compañeras saco un diecisiete sin haber estudiado nada.
