Nos pusimos de novios y a medida que iban pasando los meses pasamos un montón de cosas juntos: viajes, pérdidas de familiares, nos escapábamos de viaje, nos hicimos promesas futuras. Para mi mamá era un hijo más. Cada mes que cumplíamos de novios era un peluche y una carta que me regalaba, grabamos nuestros nombres en un árbol con un corazón y hasta el día de hoy paso por ese árbol a tocar nuestros nombres, nos teníamos mucha confianza, y estábamos muy enamorados.
Tuve que decirle lo que había pasado con mi papá y la situación por la que estaba pasando que era que mis padres se estaban por separar. Yo estaba muy mal, me cortaba, lloraba siempre, estaba enojada con todo y con todos, siempre me enojaba con el y lo trataba mal, era muy orgullosa y creo que esa situación lo asustó un poco, el solo tenia 15 años... que podía hacer.