-hey, tu ¡niña!- me grito desde el otro lado del salón
-oye, ¡no soy una niña!- le conteste un poco avergonzada, puesto que todo el salón había oído como me había dicho él
Se acercó hasta mi lugar y me susurro al oído
-pero yo soy el único que te puede decir así-
- en ese caso tu seras mi tonto- dije burlandome de él
- nadie me dice tonto he niña-
- con mayor razón eres MI tonto- después de haber dicho eso me sonroje y el me abrazo diciendo
- esta bien, soy TÚ tonto-