De leyes y mentiras (Elycia)

Capítulo 23: Cuando se acerca la tormenta

Maraton 1/5
Chicas, me atrasé bastante por que me robaron el celular hace ya mucho tiempo y estaba sin internet, pero ahora que tengo uno nuevo vuelvo con la maratón. Por primera vez puse música, espero que les guste, pueden dejar su opinión en los comentarios sobre la canción (está señalizado donde tienen que empezar con la canción). Espero que lo disfruten y NO SE OLVIDEN DE VOTAR

Luego de conseguir el número de Max  Nate se ofreció para tratar de rastrearlo encerrándose en su habitación con Blair (que solo estaba ahí para pintarse las uñas, pero por otra parte no es como que Nate le moleste la compañía) para decodificar el GPS, pero conociendo al ruliento no va a ser tan fácil. Estaba en mi habitación intentando descansar algo antes de tener que partir a buscarlo. Me giraba en la cama dando vueltas sin parar, la preocupación de saber que rayos pasó anoche me comía por adentro ¿Cuando decidí venirme? Es muy raro si apenas puedo tomar un taxi sobria. Como me gustaría poder dormir

Dormir. Ya parece tan raro dormir tranquilamente sin sentir que algo está acechándome. Nada que hacerle, me metí en esto sola, estoy hundida en problemas y preguntas que nunca planifiqué y eso que acostumbraba a planear hasta mi último segundo. Me volteé mirando al techo y como la suerte esta siempre de mi lado una enorme araña caminó por encima mío. Sí, así de descarada la maldita. Di un grito de pavor y me alejé corriendo hasta la ventana, si hay algo que odio son las arañas

Cuando miré hacía afuera algo parecía haber cambiado con la jungla de cemente de afuera, el ruido de las bocinas y los escapes de todos los autos que recorrían la ciudad incansablemente ya me había conquistado, el suave olor a smog no era nada a lo que no estuviera acostumbrada. Estaba apoyada contra la ventana admirando el Hudson tenuemente iluminado por los reflejos de las pequeñas luces del puente, a pesar del horrible olor a frituras y las manchadas paredes beige de la habitación no me habría gustado estar en ningún otro lugar, ya que sin importar que tan lejos de casa estoy hay algo en este lugar que me la recuerda vívidamente. Puede ser que estoy sobre pensando las cosas.

Mi respiración empañaba ligeramente el frío vidrio de la ventana mientras luchaba contra tentación de pensar en todas las horribles teorías que podrían explicar cómo fue que llegue anoche al hotel, me recargué en el marco de madera para luego darme vuelta y quedar mirando hacía la puerta. Sentí que alguien tocaba, seguramente es Nate con la dirección de Max

"Adelante"-la puerta se abrió lo suficiente para permitirle arrastrase dentro de la habitación-"¿Qué haces acá?"-la ojiverde me miraba en un profundo silencio mientras pensaba en qué contestarme

"¿Qué no puedo venir a ayudar a una amiga?"-me devolvió en respuesta, pero nada en la frase me hizo sentido aparte de la palabra 'amiga' ¿eso es lo que somos ahora?, pues al parecer sí.

"Amigas..."-salió de mi sin que pudiera evitarlo, pero al parecer no lo notó es el primer favor que me hace el destino en estos días, pero es verdad en estricto rigor las amigas no se dan besos, ella me besó y yo dejé que se fuera.

No le tomé importancia al hecho de que Alicia me estuviera mirando tan atenta a mis más mínimos movimientos que se volvía irritante, o sea, al final si me importaba, pero ¿cómo no iba a importarme que la persona que quiero está en frente mío luego de tantos días? Me importa y mucho, aunque no quiera que me pase

"¿Vas a decir algo o sólo seguirás mirándome como si fuera una psicópata a punto de rebanarte como a un salame?"-iba a sonreír, sin embargo creo que es mejor para las dos que le deje todo claro

"En serio Alicia, ¿en qué piensas ayudarme?"-con eso tenía la vaga esperanza de no haber dejado en evidencia que estaba luchando contra el desesperado ruego de mi instinto para saltar sobre ella y hacer quien sabe que cosas, luego de tantos días creo que ya no tengo límites. Para mi suerte pareció no notarlo y simplemente se acercó con lentos pasos hacía la ventana donde yo estaba