take 19

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Lauren sonrió ampliamente y acarició su cabello.  Y aunque Camila miró su rostro y notó que parecía que Lauren no había dormido en años, decidió no decir nada.

—Párate anda, necesito cerrar la puerta. —Camila obedeció y entró a la casa—¿Y volverás cierto? ¿Te quedarás conmigo? —Lauren preguntó sentándose a su lado. 

—Claro que si, bebé. —La menor contestó sentándose en su regazo y recostandose de su pecho.

—¿Te dijo algo tu padre cuándo regresaste a casa?  —Camila miró a Lauren de forma chistosa. 

Por dios, Lo. No iba a regresar a casa después de todo aquéllo. —Lauren frunció el ceño. 

—¿Quieres decir que no fuiste a tu casa? —Camila negó—¿Y dónde estabas? 

—Con Mani. Mira, llevo su ropa.—Dijo con una sonrisa dulce y Lauren se rió suavemente y la cargó para ir a su habitación con ella mientras Camila se reía.

Fue lanzada en la cama y ella atrajo a Lauren junto a ella en un abrazo.

—Te extrañé mucho, Laur. —Lauren le sonrió y acarició su nariz con la suya.

—No sabes cuánto yo a ti. 

—Es divertido vivir con Mani, pero nada se compara con estar contigo. Puedo besarte y abrazarte y acariciarte y tocarte y darte abrazos koala y dormirme encima de ti y, y, y curar tus golpes y cocinarte y jugar con los niños y hacer de mamá contigo y... —Lauren se rió al notar que Camila parecía desesperada y la calló juntando sus labios dulcemente—Lo.—Susurró hipnotizada por el beso. 

—Podemos hacer cualquier cosa si estamos juntas—Camila asintió sonriente y se escondió en su cuello—La mayor estaba a punto de decir algo cuando su teléfono vibró recibiendo una llamada entrante. Lauren hablo como por un minuto y medio hasta que por fin hablo—Camz volveré en un minuto, ¿si? Necesito buscar a mis hermanos.

Esta bien, Laur—Lauren sonrió con las mejillas sonrojadas y besó su frente antes de salir. 

La morena sonrió dulcemente y abrazó la almohada contra su pecho. Tenía a su Lolo de vuelta.  Se levantó de la cama y en vez de ir a dónde se encontraba su ropa, fue al armario de la mayor y sacó un suéter gris con cuello que encontró y se quitó la mayoría de su ropa (bueno, la de Normani) para ponerse el suéter que le llegaba a mitad del muslo. 

¿Por que Lauren huele tan bien?—Susurró cuando le pegó aquél aroma.

Se quitó sus zapatos y los guardó a un lado y caminó en calcetines al piso de abajo en dónde exploraba a su al rededor. Sonrió y pensó que sería lindo tomarse algunas fotografías con Lauren y colocarlas en retratos.

También pensó en que tenía hambre y seguro todos tendrían al llegar, así que se puso a cocinar algo bueno para la cena. Cuando la cena se estaba haciendo Camila se puso a explorar un poco su al rededor, fue cuando llegó al pequeño estudio y encontró un desastre.

Hojas de cuaderno arrugadas por todas partes, latas de refresco, libros de poesía por todos lados y un pequeño diario en el suelo boca abajo como si hubiese sido lanzando abruptamente.

Camila suspiró y comenzó a recoger todo y ordenarlo, se había quedado pensando en que le pasaba a Lauren cómo para hacer este desastre que realmente no era propio de ella.

Luego recordó que Lauren parecía que no había dormido en días y volvió a suspirar. Camila guardo todas las hojas en un sólo lugar, después metió los libros en la estantería y sonrió cuándo todo había quedado limpio. Justo había apagado la última estufa cuándo escuchó la puerta abrirse y los niños salieron volados hacia adentro. 

Thousand Hands (camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora