Prólogo

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Y para cuando me di cuenta el cuchillo ya estaba enterrado en su hermosa piel, sus ojos me miraron aterrados con un susurro de "¿por qué lo has hecho?" entonces mi mente respondía "tu no me amas" pensé que lloraría como cuando estaba pequeño pero las lagrimas se negaban a salir, quería llorar porque la amaba pero no podía, seguía atónito y múltiples emociones corrían dentro de mi. Su suave cabellera cayó en mis brazos y su cuerpo yacía inerte en el piso mientras que la sangre se regaba en mis manos y el suelo.

Hice aquello que había aprendido leyendo y observando cosas de asesinos, como cubrir el cuerpo y lo demás, no era un asesino serial pero mi interés se desviaba o eso quería creer yo. Mientras ocultaba su cuerpo en la tierra mojada pensaba "¿qué tan fuerte será el dolor de sus padres?" Annemarie siempre ha sido la hija consentida... Al escuchar el sonido de los cuervos miré a todos lados como si advirtieran un mal presagio pero no había nada, solo eramos el cadáver y yo.

¿Por qué Anna? Sí Anna como te decían cariñosamente todos pero a mí nunca me dejaste, quizás en otro mundo si me hubieras amado el resultado habría sido diferente, no me siento triste aunque me molesta el hecho de que tu belleza se marchité entre la tierra de este asqueroso pueblo, podríamos haber huido pero eso solo era una descabellada idea mía porque tu eras una niña bonita que jamás dejaría a sus padres y nunca les daría la espalda a sus amigos ni aunque ellos fueran malas personas. Yo en cambio soy un chico horrible, egoísta y loco quizás por eso nunca me amaste "¿cambiará eso algún día Anna?"

En mi mente siempre estarás igual, ahora no me importa lo que he hecho, estoy tan aturdido... Aunque me pregunto si podré encontrar otro motivo para seguir en la rutina aunque tu ya no estés.

"Adiós Annemarie" 

Oh Dear AnnemarieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora