Alocución

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¿Qué tan diferentes somos?
¿Acaso tanto como nos quieren hacer ver o tan poco como nos vemos?

Tiempo atrás sentía admiración por personas que vivían donde me gustaría vivir, vivían como me gustaría vivir y usaban prendas que me gustaría lucir; obviaba los problemas que cada uno de ellos cargaba, solo veía lo bueno, lo que admiraba y anhelaba, ignoraba cosas obvias hasta que comprendi que el dolor es el mismo desde aquí hasta allá donde quiera que se encontrasen mis anhelos de ser alguien más, que no somos lo que usamos o donde vivimos sino cuanta carga llevamos y hasta donde somos capaces de soportarla, que las cenas familiares llenan mas almas que estómagos y que por mas tonto que sea una caricia es mas importante de quien venga que el porqué o en qué condiciones esta se diera; no hace falta conocernos para coincidir y es que de tropiezos esta lleno el mundo pero así mismo también de valentía para levantarse y seguir. Un gran maestro decía que; una bomba hace mas ruido que una caricia pero que por cada bomba que destruye hay millones de caricias que alimentan vidas, es así como los sueños se cumplen a punta de personas que estén dispuestas a ser caricias con huella propia antes que una explosión como el resto, es nuestra decision, sólo nuestra. Lo que quiero -lo que quieres- está lejos, lo sabemos, sin embargo ahí esta, a la espera de que lleguemos siendo nosotros y no alguien mas porque al final del camino no admiramos a la persona sino el hecho que le ha ganado a la adversidad,  logrando tener todo lo que -aun- no tenemos.

No somos tan diferentes a quienes anhelamos, no somos tan poco humanos para querer ser menos que alguien tan igual.

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