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Porque aunque no me veas aqui estoy, mírame en el brillo naciente de cada amanecer, los mismos que anhelabamos compartir.
Mi presencia te acobija como ese calido sentir en los inviernos frios, esos que aunque no son tangibles, se sienten como si lo fueran.
No me busques en ojos de otras ni en los despertares de tu cama vacia y deshecha, pues no es la manera de encontrarme.
Estoy en cada recuerdo latiente de tu memoria, en cada frase mal dicha por mi y corregida por tí, en cada miedo superado a tu lado y en la brisa que golpea tu cara en los atardeceres que vagas en compañia de la inseparable nostalgia.
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ÁGORA
Short StoryLlegamos a este plano sin siquiera saberlo, sin siquiera preguntarnos. Unos con capacidades increíbles visto desde el ojo espectador de la sociedad, otros viviendo bajo la perspectiva misma, estos últimos viven dentro de cada ser pero pocos tienen l...
