CAPITULO 4

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Sus lágrimas no dejaban de caer al igual que su sangre pero ella no paraba. Nunca imaginó que ella le guardaría tanto rencor ni que tan grande fue el dolor que provocó en esa niña. Paro un instante para reír al ver su cara de dolor. Bajo de nuevo al pecho incando el cuchillo profundamente hasta que le saco el corazón y le dijo : "Al igual que yo tú ahora tampoco lo necesitas". Lo tiró al suelo y mientras el se desvanecía en ese lecho de muerte, sus ojos poco a poco se fueron cerrando hasta quedar sin vida.

La Muerte Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora