Tras vivir 13 años en el mismo lugar me cambio de casa, todos mis chiquillos del barrio con los que jugaba de pequeña se despedían de mi y me ayudaban a poner las cajas en el camión de mudanza, además de cambiarme de casa lo haría también de colegio, y me cargaba andar sola pero hablarle a la gente me costaba mucho, que dilema esto.
— Te voy a extrañar mucho.— me dijo el Seba, mi mejor amigo.
— Ya, pero no te pongai tan mamón, sabí que soy sensible y tú me dices cosas tristes, me da pena po.
— Te acordai cuando jugabamos a ser magos?
— Obvio, y yo era pésima haciendo hechizos, yo cacho que por eso no me llego la carta nunca.— hago un puchero, acordandome de cuando eramos pequeños, jugabamos a todo, power rangers, practicabamos karate, cocinabamos hojas de arboles, una delicia, y hasta a las barbies jugabamos.
— Gracias a ti tuve la mejor infancia, Sofi prometeme que no te vai a olvidar de mí.
— Ay que exagerado Seba, si me cambio de casa nomás, voy a venir a verte y tú me iras a ver al condominio tambien o me puedes ir a buscar al otro colegio.— en eso no iba haber mucho problema porque nunca habiamos ido al mismo colegio, o sea solo en al jardín juntos, pero luego igual yo lo iba a buscar a su liceo y vice versa, yo cacho que le esta poniendo mucho color.
— Sofia, prometemelo.— volvio a insistir mientras me miraba a los ojos.
— Sebastian, yo prometo que nunca me voy a olvidar de ti.— lo abracé y le susurré — igual le estai dando mucho color.
— Pero esque te quiero demasiado, tanto como para haber jugado a las barbies contigo, o a las princesas, a la mamá y todos los juegos que jugaba únicamente por ti, o haber soportado cuando morias lentamente por dentro cuando andabas en tus días.
— yia, verdad que no te gustaba jugar a las barbies conmigo po.— le golpé el brazo.— y yo que jugaba a los detectives, tortugas ninjas y ay pero yo no los jugaba por ti, es que me gustaban.
— Tan amorosa siempre tú.— rodó los ojos.
— Sabes que te amo, pero a mi me encantaba jugar a los power rangers y yo sé que a ti a las barbies, gozabai los juegos.— movi las cejas sensualmente o por lo menos lo intenté. — además tenia que soportarte hablando de las miles de niñas que te gustaban o te comiai, y así no se puede, así que estamos a mano.
— Sí, Sofi, sí.
— Ay que pesao.— me cruze de brazos en señal de indignación a lo que el me empezo a hacer cosquillas.
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Despues de despedirme como unas 15 veces de mis amigos, sobre todo de mi Seba, nos fuimos hacia la nueva casa.
Estábamos recién en Enero, así que pleno verano, hacia un calor. La casa nueva quedaba en un condominio, era súper linda, de dos pisos, y el condominio tenia de todo, o sea sus propios kioskos dentro, panadería, tintorería, papelería y hueas, era como vivir en un mall, si hasta heladería había, que huea más de cuicos. El colegio me quedaba cerca igual, en volá ustedes estarán pensando "condominio means cuica" pero mil años luz de eso, así que menos mal el colegio quedaba cerca porque así el metro apaña po.
Les cuento un poco, nos mudamos al condominio porque a mi papá lo ascendieron en el trabajo y eso venia con casa nueva, y matriculas para sus hijos en un colegio nuevo y obvio que privado, a pesar de que reclame caleta, no se le puede hacer nada, solo espero que por lo menos mi curso sea pasable.
Se venia un año nuevo, y literalmente nuevo; nuevos amigos, nueva casa y nuevo colegio.
¿podré con todo? demás que sí.