Inalcanzable

Encuentro

*Ella*

Alejarme de la sociedad es el mejor remedio para la tristeza. Amo caminar en la parte más verdosa de la universidad y saber que mi única compañía en ese momento son mis auriculares y mi imaginación porque son los lugares en donde te puedo tener: en la música y en la mente.

Cabizbaja se mostraba una vez más la mujer insegura de si misma e insegura del mundo; caminando bajo la sombra de los árboles que seguro habían sido testigos de amores inmemorables y que ahora presenciaban la escena más triste que algún día verían.
Ahogada en tristeza se encontraba, se estaba ahogando en soledad y no podía gritar su dolor porque una vez más nadie la oiría, una vez más iba a ser una burla, una vez más nadie la tomaría en serio.

Si, caminando sin rumbo me encontré, guiándome por el sonido del viento. Fue ahí donde sentí la inmensa necesidad de salir corriendo y huir de todo lo que me hacía daño. Fue ahí donde no soporté más y quise explotar en llanto, desahogar en lágrimas las palabras que de mi boca no podían salir.

Con los ojos llenos de lágrimas no pude ver que alguien se acercaba a mi.
Y... sorpresa! Era él.
Chocamos! Una vez más nuestros caminos se habían cruzado.

No dijimos ni una sola palabra, ni una sola. Solo pude notar en su mirada que él tampoco estaba bien. El brillo de sus ojos no existía, ese resplandor característico en él se había apagado.

Quise preguntar que le sucedía pero recordé que cuando estoy con él no existen las palabras, soy tan tímida y a la vez tan sincera que tenía miedo de confesarme ahí  mismo y dejar de ocultar mis sentimientos hacia él.

Él si me interesaba pero yo no a él así que sólo me ofreció una disculpa y sin dar más explicaciones siguió su camino y yo tuve que seguir el mio.

No he dejado de pensar en ese instante ni un solo segundo. Deje de preocuparme por mi y empecé a preocuparme por él  porque acá lo más importante siempre será él .

Él y mil veces él.
Él sobre todas las cosas.

Mi amado Bruno, espero algún día ser tu confidente y más que eso, espero que algún día me ames como yo a ti.

*Él*

Cómo la extraño. Me siento tan mal por no ser siquiera su amigo. Me siento pésimo porque siento que ella está mal, de la misma forma en que yo lo estoy. De alguna manera me siento conectado con ella y solo puedo sufrir su dolor pero no puedo saber las causas.

Decidí faltar a una hora de clases, si no salía del salón sé que no podría controlar el llanto. Caminé muy lejos de donde suelo estar en mis tiempos libres y encontré un lugar que me hizo recordarla. Me imaginé con ella sentados bajo un árbol, jugueteando y siendo felices. Tal vez abrazados y diciéndonos lo mucho que nos queríamos.
Lastima que eso jamás pasará. Con ella y con nadie. Jamás llevaría a alguien que no fuese ella a ese lugar porque en un solo segundo se convirtió en algo importante para mi, algo que no compartiría con cualquiera. Algo que sólo disfrutaría con el amor de mi vida, ella.

De un momento a otro me sentí tan incompleto, tan vacío y con tanta falta de amor que inconscientemente empecé a llorar sin control alguno. Lo único que quería era desahogarme.
Quería correr a buscarla y decirle lo mucho que la amo.

Querido destino. Gracias! Muchísimas gracias, escuchaste mis súplicas.
¿En que momento apareció? No lo sé pero chocamos. Por primera vez la tenía frente a mi. Y su cercanía me hizo querer besarle.
Controle mis impulsos y me quede sin palabras. Lo malo del momento fue que no me equivoqué. Ella estaba mal, incluso estaba peor de lo que yo estaba.
Maldita sea! El destino me estaba dando la oportunidad más grande de mi vida y lo único que hice fue disculparme y salir caminando más rápido de lo normal, casi corriendo. Me sentí un completo estúpido.

Mientras caminaba lo único en lo que podía pensar era en su dolor. Deje de preocuparme por mi y comencé a preocuparme por ella porque Emma era, es y siempre será lo más importante en mi vida. Siempre será mi prioridad y siempre la amaré, incluso cuando el tiempo ahogue mi juventud y tenga que crear otras historias pero siempre será mi mejor historia, mi mejor escrito, mi inspiración en los días soleados y en los tiempos de soledad.

Siempre serás tú, Emma, mi único amor.