Un día tranquilo en la ciudad de Oklahoma un chico llamado Jeremy Fitzgerald aceptó el trabajo de guarda nocturno en la pizería Freddy Fazbear Pizza y cuando llegó la noche su vida cambió por completo.
Una mañana en la ciudad de Oklahoma un joven llamado Jeremy Fitzgerald buscaba trabajo en una de las mayores empresas de entretenimiento: Freddy Fazbear Pizza, él quería ser guarda de noche, ya que desde pequeño, esos animatrónicos le habían fascinado y no les temía.
Su trabajo empezaba a las 00:00, pero, el tenía que salir de su casa a las 23:00 para llegar allí a las 23:30 y prepararse.
Cuando Jeremy llegó a la pizzería todo estaba muy tranquilo, acostumbrado a los gritos de los niños, las canciones de los animatrónicos y su voz robótica... todos esos ruidos que hacían de la pizzería, la mejor, cesaban por las noches para que pudiesen ser captados los sonidos que no se oían por las mañanas, como el sonido de los robot, como si pudiesen moverse.
Lo que Jeremy no sabía es que si podían hacerlo.
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Los modelos del año 2006 son más modernos y tienen otros colores para atraer a los niños más todavía, además, tienen un sistema de seguridad más avanzado, sin embargo, aún, tienen algúnos fallos, por eso hicieron firmar un contrato a Jeremy, que decía que, la empresa no se hacía cargo por la muerte o el desmembramiento.
Jeremy se dispuso a entrar en la oficina, entró, apagó las luces principales y encendió las de su puesto de vigilancia.
Cuando se quiso dar cuenta ya eran las 2:00 pero, como no, los animatrónicos empezaron a desaparecer del escenario, bueno, los animatrónicos el único que desapareció fue Toy Bonnie, se desplazaba rápidamente por todos los pasillos hasta que se presentó en una de las escotillas de ventilación, concretamente la derecha mirando desde la mesa del vigilante nocturno, Jeremy se puso rápidamente la máscara de Freddy que le dieron para que pasase desapercibido entre los animatrónicos, pero no solo no funcionó sino que Toy Bonnie se dirigió a la mesa de Jeremy se puso en posición de ataque y justo cuando iba a atacarle y matarlo sonó un ruido que los humanos podían percibir con poca frecuencia, pero, para los animatrónicos era un sonido que desconectaba su función maligna los y les devolvía a su escenario.
-¡Ahhhhh! Gritó Jeremy mientras recorría la pizzería con aire decidido en busca de algo que pondría el mundo patas arriba.
Jeremy no se dio cuenta, pero detrás suya siempre había un animatrónico que le seguía era como una sombra en la oscuridad con dos ojos plateados que le vigilaban sería un alma que se ha ido de los robots o quizá un fantasma atrapado en las sombras, un alma que busca venganza...
