Sweet Best Friend.

Capítulo 3-Querido Diario

–¿Yo? ¿Todo? ¿Qué?
Erian empezó a balbucear, odiaba que hiciera eso, me pone muy nerviosa.
–Era broma Eri, solo quería ver tu reacción, ya te he dicho que odio que balbucees.
–Lo siento Daca, pero lo dijiste tan seria que pensé que era verdad.
–¿Verdad? Eres mi mejor amigo
–Mejor amigo...sí, tienes razón.
Aún no entiendo porque dijo la última frase en un tono tan apagado.
Seguimos caminando en silencio, hasta que llegamos a su casa, nada a cambiado.
–¡Holaaa Daca!
Reí.
—¡Holaaa Alicia!
Erian solo nos miró hasta que habló
—¡Holaaa...! Ah cierto, a mí nadie me saludó.
–Eres un exagerado Eri
–Ya, como sea, ¿nos dejas pasar?
Alicia nos abrió paso a su casa, preparó macarrones con queso, mmm.
–Daca
Una voz me sacó de mis pensamientos, era Erian.
–¿Qué pasó?
–¿Me acompañas a mi cuarto?
–Vamos
Subí hasta el cuarto de Erian seguida por él, ahí estuvimos, hasta que su mamá nos gritó.
–Daca, Erian, bajen, la comida se enfría.
Yo estaba nerviosa, había perdido el apetito, pero bajé como pude antes que Erian, me lavé las manos y me senté junto a Alicia.
–¿Qué ha pasado? Te noto muy nerviosa...
–Nada Alicia, tranquila, todo está bien.
Llegó Erian, ya se había cambiado, se sentó y comimos en silencio, hasta que Alicia habló otra vez.
–¿Les parece si vemos una película después de comer? Enserio están muy callados niños, me preocupan.
–Sí mamá y no te preocupes no es nada.
Respondió Erian sonriendo, aún no sé cómo podía actuar tan bien después de lo sucedido.
Vimos la película, era "Love, Rosie" para variar, la trama me identificaba demasiado, le doy 10 estrellitas.
Llegó mi mamá.
Me despedí de Alicia con un beso en la mejilla después de que ella me recordara que me esperaba de vez en cuando, solo me limité a despedirme y asentir.
Erian me miró y yo solo le hice un gesto con la mano, de ahí me fui con mi mamá a casa.
Mi hermano no estaba, tal vez salió a sus dichosos entrenamientos de futbol.
Pero da igual, subí a mi cuarto, no sin antes preguntarle a mi mamá si quería que la ayudara en algo, pero como dijo que no, me subí, cerré la puerta con pestillo y saqué lo que había dejado de sacar hace ya 6 años, mi diario.
Saqué mis bolígrafos y me acosté boca abajo para empezar a escribir.
H.Veracruz, Ver a 11 de Sept. del 2013
Querido Diario:
Siempre me ha encantado escribirte como si fueras mi mejor amiga o algo parecido, ya sabes, alguien que pueda leer y entender lo que siento y te digo o escribo a ti.
Hoy fue un día muy aburrido a pesar de ser el primero.
Algunos compañeros me cayeron bien, otros no tanto, pero bueno, esto es la realidad, no diré que existe la típica rubia tonta que me hace la vida imposible, para nada.
El maestro es un poco exigente, pero cae bien, ya ansío aprender y aprender.
Después de la presentación del maestro y de conocer a Alexa, fuimos con la tutora a conocer todo el plantel, es algo grande a decir verdad, los baños son preciosos, nada de rayones, limpios y grandes espejos, suelo perfectamente encerado, todo.
La cafetería igual es grande y bonita.
Hay salón de Prácticas para cada materia, esto no puede ser mejor.
En fin, cuando salí estaba caminando con Alexa y le pedí su número, terminando de contarte todo le mandaré un mensaje, había olvidado por completo a Erian (Lo siento Eri), pero en eso apareció, Alexa se despidió de mí y yo como toda buena mejor amiga me acerqué a él y boom, regresó todo a mi mente, iríamos a su casa a comer.
Llegamos, como debes ya saber la señora Alicia (o Alicia, solo que no me gusta decirle solo "Alicia") me recibió súper feliz y yo le devolví el gesto, nada fuera de lo normal.
Aquí va lo fascinante...
Erian me pidió que lo acompañara a su recámara y obvio yo lo hice.
Pero cuando llegamos ahí hablamos de cómo había ido nuestro día, él dijo que había estado igual de aburrido que el mío y que había conocido a una chica llamada Estefani y a un chico llamado Kevin.
No pude evitar sentir celos de la tipa.
Y se lo dije, así directo, sin rodeos, porque jaja, así soy yo.
Y adivina que, pasó lo que menos te imaginas (o eso creo) me besó, Erian me pinches besó.
Me asustaron cuando tocaron mi puerta, yo guardé como rayo mis cosas, qué pena que mi mamá y peor aún mi hermano me vieran escribir en mi viejo diario, pero necesitaba hacerlo, aún no tengo una loca mejor amiga que me escuche y aconseje en estos momentos.
Abrí la puerta y entró mi mamá con galletas, la amo.
–Daca, hija, estás muy pálida, ¿te sientes bien?
La verdad no, no me sentía bien, quería salir y gritar y llorar y muchas cosas más porque Erian me confundía.
–Pues...me duele un poco la cabeza mamá, pero no es nada, no te preocupes.
–Te traje galletas, debes tener un poco de hambre o mínimo para que recuperes el color. No olvides bajar el plato cuando las termines, por favor.
–Sí mamá, tú tranquila, gracias.
–De nada mi corazón.
Comía las galletas mientras me dispuse a sacar mi celular y a checar mi Facebook, de ahí me acordé que había dicho que le mandaría un mensaje a Alexa.
La agregué a mi lista de contactos y revisé su perfil en WhatsApp.
Su estado era "La lluvia ácida de mi mente mata las bellas flores de mi corazón" y su foto de perfil era súper bonita, era ella pero con el filtro de la corona de flores en Snapchat, solo que resaltaban sus grandes ojos marrones y sus carnosos labios rosas, no soy lesbiana, pero la verdad salía bien.
DW: ¡Hola Ale! Soy yo🙊
Le escribí ya que estaba en línea y supongo que me contestaría rápido si es que es como Erian que se la viven pegados al celular.
Y dicho y hecho, no tardó ni un minuto.
AC: ¿Eres tú? ¿Quién eres? ¿Cómo me encontraste?😧
DW: Loquita, soy Daca, la chaparra del salón😝
AC: Ah cierto, por eso decía, casi no te pareces en tu foto de perfil😔.
Mi foto de perfil era yo en mis Xv, sentada sobre unas largas escaleras y con un precioso vestido rosa pastel.
Así nos la pasamos platicando toda la tarde, me caía muy bien, era muy graciosa, pero llegó la hora de la cena y mi mamá me gritó que bajara.
DW: Ale, debo ir a cenar y de ahí tengo que dormir, ¿nos vemos mañana? Descansa, me caes muy bien, te quiero😚.
No esperé su respuesta y apague el celular y lo puse a cargar.
Cenamos pizza que mi hermano había pasado a comprar antes de llegar a casa.
Terminando lavé mis trastes y me despedí de mi mamá y de mi hermano, de ahí subí a mi cuarto.
Me acosté, prendí el aire acondicionado y ya saben, como toda típica chica rara me puse a pensar en lo que sentía y en lo que quería y eso era Erian.
Así terminó mi día.