No comprendía lo sucedido. Los dos hermanos que amaba con el alma se habían ido, ¿Es que acaso ellos sabían algo que nosotros no? ¿Es que tenían alguna solución a nuestro problema? ¿Acaso nos estaban ocultando algo?
Eran demasiadas preguntas para responder, pero siempre estaba presente la duda. Yo confiaba el Alice y Jasper con mi vida. Los amaba y por eso no me cabía en la cabeza el por que de su repentino abandono.
Con las preguntas aun presentes en mi mente comencé a empacar, pues nuestra búsqueda de testigos estaba por empezar. Nos dividimos en grupos, Esme y Carlisle irían primero a Londres según lo que me habia contado papá; Rosalie y Emmett también tenían planteado un lugar que no me habían dicho, y yo no quería invadir la privacidad de sus mentes.
Yo, por otra parte, acompañaría a Edward, Bella, Jacob y Renesmee a la casa de los Denali para conseguir su apoyo, pues una de ellos nos metió en este malentendido, aprovechando encontrarme con mi mejor amiga en el mundo, Kate.
Una vez empacadas unas pocas pertenencias baje hacia la planta baja donde todos estaban reunidos.
-¿Estas lista, Anne?-me pregunto una voz masculina a la cual no tarde en reconocer por el olor a chucho.
-¿Anne? ¿Ahora me llamas por mi nombre?-pregunté divertida, a lo que el revoleó los ojos.
-Podríamos hacer un tratado de paz... por ella.
-Me parece bien-le respondí con una sonrisa amable -pero no esperes que seamos los mejores amigos del mundo.
-Ni en tus mejores sueños, sanguijuela -me respondió con burla.
-Tal vez en mis peores pesadillas, chucho -repliqué con un golpecito divertido en el hombro.
-Auch -exclamó con burla.
-¿Has sabido algo de Seth?-le pregunté curiosa y me reprendí a mi misma al escuchar mi voz llena de preocupación y necesidad.
-Claro.-respondió alzando una ceja con gesto burlon -¿Por que? ¿Lo extrañas demasiado?
-Callate, perro.
La verdad era que Seth se convirtió rápidamente en algo necesario para vivir, mi punto de apoyo. El era el unico que me hacía olvidar a Alec, y eso me asustaba.
-¿Listos?-nos interrumpió la aterciopelada voz de mi hermano, a lo que nosotros asentimos.
Me despedí de mamá, papá, Emmett y Rose, no sin antes pedirles que si sabían algo de Alice o Jasper, me lo comuniquen inmediatamente.
Luego de ellos me subi en el auto de Edward, en el asiento de atrás a un lado de la ventana con Nessie a mi lado, al otro lado de ella se encontraba Jacob; en el asiento del conductor iba Edward y en el de pasajero Bella.
Nuestro viaje empezó y afortunadamente nos tocaban nuestros parientes mas cercanos, por lo tanto no necesitábamos ir en avión.
Edward estacionó el auto al frente de una casa preciosa en el medio de la nada, todo era nieve y montañas, lo que daba cierta paz y tranquilidad. El primero en bajar fue mi hermano, pero aun asi nosotros podíamos escuchar lo que hablaba con los Denali.
-Edward ¿Anda todo bien?-preguntó preocupada Tanya al ver el rostro de seriedad de mi hermano -¿Por qué no avisaste que vendrías?
-Es por Irina-afirmó Kate -¿Sabes algo de ella?
Luego Katie dirigió su mirada dorada hacia mi y me dedicó una pequeña sonrisa que yo devolví.
-No directamente.-le respodió Edward y casi quice pegarle por hacerse el misterioso ¿Por qué no se lo decía de una vez?
-¿Por qué te esperan tu esposa y tu hermana en el coche?-preguntó Eleazar dirigiéndonos una mirada.
-¿Y por que habéis traido a un lobo?-preguntó Kate seria, a ella tampoco le caían de diez los licántropos- Puedo olerlo desde aquí.
-Deberías ducharte-le susurré a Jacob, a lo que el me fulminó con la mirada mientras Nessie soltaba una risita.
-Mi familia corre peligro. -les informó Edward -Necesito vuestra ayuda.
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Anne Cullen, la hermana de Edward
RandomBella se casará con Edward, convirtiendose futuramente en vampira... Pero la "vida" no es color de rosa, especialmente la de nosotros... Un descuido. Un "error". Un nacimiento. Una transformacion. Un malentendido. Guerra.